Edificio en obras con un camarero recogiendo la terraza al no poder utilizarla. | Toni Planells

Los vecinos de la calle Manuel Sorà, en el barrio de la Marina de Ibiza, llevan unos días soportando los ruidos continuos y polvo procedentes de unas obras de rehabilitación en uno de los edificios.

Las quejas más sonoras salen, sobre todo, de los propietarios de negocios hosteleros de la zona que ven cómo sus terrazas se llenan de polvo y se vacían de clientes a tan solo 10 días de poner fin oficialmente a esta temporada temporada turística.

Otras quejas del vecindario están relacionadas con el modo de evacuar los escombros de la fachada en vías de restauración. Una polea en la parte superior del edificio sirve para que unos operarios llenen un capazo de escombro para que, desde abajo, otro operario se encargue de depositar dichos restos en la acera de la calle esquivando los vehículos que circulan por ella. Acera protegida, eso sí, por una tela que cubre el andamiaje desde el que trabajan los operarios de la obra.

Quejas vecinales

Entre los establecimientos afectados por las molestias ocasionadas por el ruido y, sobre todo, por el polvo que emana de ellas, están el bar La Esquina y el Maravillas.

«Hay un nube de polvo que llega hasta el final de calle», se quejaba Álex, responsable del bar Maravilla, ubicado prácticamente enfrente de las obras. «Yo entiendo que ellos tengan que trabajar, pero yo también. Así no se puede» afirmaba el empresario, visiblemente molesto por no poder utilizar las mesas de su terraza. «No entiendo por qué no les han dicho que comiencen dentro de 10 días cuando hayamos terminado todos la temporada y no molesten a nadie», cuestionaba Alex.

Además, aseguraba que el pasado jueves por la tarde, «caían trozos de escombro al suelo todo el día», con el peligro que esto puede suponer para los viandantes de la zona.

Desde el bar La Esquina, en el mismo edificio en obras, su responsable ha optado por no montar la terraza de su negocio: «Yo no me sentaría aquí, primero por el ruido, que es insoportable, pero también por el polvo, que en un momento cubre las mesas y las sillas. Si yo no me sentaría, obviamente, los clientes tampoco, así que preferimos ni montarlas siquiera», concluyó. La empresa explicó a los empresarios hosteleros que cuentan con el permiso del Ayuntamiento de Ibiza para que estos trabajos de reforma empezaran esta semana.