Los encargados de la demostración de 'ball pagès' tras la misa fueron en esta ocasión los 'sonadors' y 'balladoras' del Grup Folklòric de Sant Rafel. | Daniel Espinosa

Este lunes por la mañana todo ha sido alegría en el pequeño pueblo de Sant Rafel de Sa Creu para disfrutar con el día en homenaje al patrón. El tiempo acompañaba, con temperatura y un calor más propio del verano que del 24 de octubre, la iglesia estaba llena y durante minutos y minutos no paraba de llegar gente con la sonrisa colgada de la cara.

Y todo eso se notaba en la satisfacción que desprendían algunos como Vicent Riera, presidente de la Asociación de Vecinos del pueblo. «La verdad es que es muy bonito ver como está el pueblo, como la gente vuelve a saludarse de nuevo como antes de la pandemia y como todo el mundo se está volcando con los actos festivos y culturales que con tanta ilusión, ganas y responsabilidad hemos organizado».
No le faltaba razón a Riera. Este lunes por la mañana se han juntado en el entorno de esta sencilla iglesia construida a finales del siglo XVIII en una sola nave cuadrada y con siete capillas laterales, personas de muy distintas edades.

De ellos llamaba especialmente la atención un grupo de 19 estudiantes del colegio del pueblo que estaban de fiesta. «Ha sido una idea muy buena que, a pesar de que sea festivo, el colegio pusiera a disposición de los padres que tuvieran que trabajar unos monitores para que los pequeños vengan a la iglesia, disfruten con lo bonitas que son nuestras tradiciones y bailes y hagan comunidad para que todo se pueda seguir transmitiendo de generación en generación», confirmó el propio Riera con una sonrisa en la boca.

Precisamente, la presencia de las nuevas generaciones este lunes en el día grande del pueblo también se han dejado ver entre la veintena de miembros del Grup Folklóric Sa Colla de Sant Rafel que contaba con varios pequeños en sus filas y que demostraron su buen hacer durante la demostración de ball pagès que llegó tras la misa oficiada por el obispo de Ibiza, Vicent Ribas, y la consiguiente procesión con la imagen del santo brillando especialmente.

Dos de estas jóvenes balladoras fueron las pequeñas Elsa e Inés Bellido Cardona quienes se apuntaron gracias a su madre, también balladora y ahora dos de las grandes protagonistas de cada fiesta con la colla de Sant Rafel. «Nos encanta bailar y vestirnos con los trajes tradicionales y por eso siempre que estamos en Ibiza intentamos que nos tengan en cuenta para poder estar con nuestros amigos y compañeros».

Joel, el más joven

Pero de entre todos los niños que ha habido este lunes en la iglesia de Sant Rafel había uno que llamaba la atención por encima del resto.

Era Joel Giner Carnero, un pequeño tranquilo y muy bueno que ha nacido el pasado día 17 de octubre. Con apenas ocho días de vida, su madre, Mila Carnero Tur, ibicenca de Sant Jordi por parte materna, estaba aprovechando junto a su marido para recorrer la isla junto a sus suegros y de paso que el pequeño Joel viviera su primera celebración de un día grande. «Yo no soy de Sant Rafel pero es un pueblo que siempre me ha encantado y por eso ahora hemos aprovechado para que nuestro hijo comience bien pronto a descubrir las tradiciones más antiguas de Ibiza».

Bunyols, fiesta y concierto

La jornada festiva se ha completado este lunes con el reparto de bunyols, orelletes, refrescos y vino de la tierra antes de ir a comer, y luego por la tarde con la actuación del grupo Petit Comité y la entrega de premios de los juegos de mesa.

Finalmente, todo concluyó con uno de los actos más esperados del programa de fiestas de este año, el concierto a partir de las 21.00 horas del cuarteto ibicenco Joven Dolores, formado por David Serra, Joan Barbé, Frederic Torres y Joan Carles Marí.