Imagen del debate del estado de la ciudad celebrado ayer.

El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, hizo este viernes una encendida defensa de su ex mano derecha en el Consistorio, el socialista Alfonso Molina, tras preguntarle el PP en el debate del estado de la ciudad sobre de los vínculos del ex primer teniente de alcalde con la empresa Nascor Formación, destapados por Periódico de Ibiza y Formentera. Nascor Formación es la sociedad que ha contratado a la secretaria general de las Juventudes Socialistas, Azahara Peña, tras adjudicarle el Ayuntamiento de Ibiza la revisión del I Plan de Infancia y Adolescencia del municipio y la redacción del segundo.

Ruiz aseguró que «algunos querrían que Molina desaparezca de la faz de la tierra porque es una persona honesta y competente». La reacción del primer edil fue, sobre todo, visceral. El concejal del PP José Vicente Marí Bosó, le preguntó si pensaba «dar explicaciones» sobre los vínculos de Molina con Nascor Formación y recordó el escándalo de Eivissa Crea, por el que el socialista seguiría estando imputado por presuntos delitos de corrupción, junto a otros ex altos cargos del PSOE ibicenco. Marí Bosó exigió al alcalde «rectificar» y abandonar «el gobierno de los contratos a dedo». Y aprovechó la ocasión para anunciar que, si el PP gana las elecciones de mayo de 2023, realizará una auditoría de todas las contrataciones de personal llevadas a cabo por el Gobierno municipal de Rafa Ruiz.

Contratos personales

Marí Bosó, a lo largo de su primera intervención en el debate, insistió en que los mayores beneficiarios de la actual legislatura han sido precisamente estos trabajadores contratados por el PSOE y Unidas Podemos. Así, recordó que el 39,6% de la plantilla del Consistorio tiene contratos personales, cuando al inicio de la legislatura el porcentaje era del 31%. «Para sus amigos», espetó el popular a Ruiz, «sí ha servido esta legislatura». Y puso como ejemplo el controvertido contrato como director de proyectos del portavoz del PSOE en Santa Eulària, Vicente Torres Benet, así como los de otras personas contratadas «a dedo» relacionadas con «altos dirigentes socialistas y familiares del señor Molina».

Rafa Ruiz, por su parte, arremetió contra el edil del PP echándole en cara ser «un hombre de élite y de familia acomodada». Sin mencionar en ningún momento el contrato con Nascor Formación, Ruiz defendió la honestidad y la profesionalidad de Molina y echó en cara al PP haber llevado este asunto a la sesión de debate cuando «su presidente está imputado», en referencia al número 1 del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, investigado en estos momentos por la contratación del vídeo promocional Islados durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19. «Nosotros no tenemos a nadie imputado», aseguró el alcalde, a pesar de que la Audiencia Provincial ordenó en 2015 la reapertura del caso Eivissa Crea y esto significó la reimputación del propio Molina.

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El socialista se defendió de las críticas asegurando que su Gobierno también ha contratado a «familiares del PP» y que, ante esto, los conservadores «no dicen nada». En cuanto al anuncio de la auditoría sobre las contrataciones de personal llevadas a cabo en esta legislatura, Ruiz recordó que la alcaldesa del PP Marienna Sánchez Jáuregui también encargó un análisis similar tras el último gobierno de la socialista Lourdes Costa. «¿Y qué hizo?», preguntó Ruiz, «¿el juego de las sillas?».

López, ausente

El alcalde aprovechó la ocasión para defender también a su actual mano derecha, la socialista Elena López, que, oficialmente, se encuentra de baja médica desde hace algunas semanas. En este sentido, Ruiz lamentó que Marí Bosó hubiera criticado la gestión de López sin estar ella en el Pleno: «La atacan porque no puede defenderse pero no le hace falta defensa». En su intervención final, Ruiz arremetió contra este rotativo. Aprovechando las críticas del PP al proyecto de reforma de Isidor Macabich, el alcalde aseguró que las mismas se publicarán «con bombo y platillo y todas las portadas del mundo, inventándose casos de corrupción y financiando medios de comunicación que dicen lo que ustedes quieren».

Por parte del grupo del PSOE, el concejal de Cultura, Pep Tur, también defendió las contrataciones del Gobierno municipal, afirmando que se hacen con «personas cualificadas». Tur criticó las llevadas a cabo por el Consell d’Eivissa, centrándose en lo que llamó la «dirección general de patinetes». Y, como Ruiz, defendió también a Alfonso Molina asegurando que se está «hablando de una persona que ya no está en política». «Lo enfangan todo», añadió, «el único que está en la Fiscalía es el presidente del Consell».

La mofa de Podemos

Unidas Podemos, finalmente, también cerró filas con el PSOE. Y eso que, al inicio de la actual legislatura, se negó rotundamente a aceptar el fichaje de Alfonso Molina como coordinador, tal y como pretendía Rafa Ruiz. Molina acabó como delegado de Citelum, la empresa adjudicataria de la contrata de alumbrado público en el municipio. Sim embargo, Aitor Morrás prefirió mofarse del anuncio de la auditoría de los contratos de personal del PP y se preguntó si esto no podría hacerlo la Sindicatura de Cuentas o si los populares preferirían llevarlo a «un despacho privado».