Imagen de este lunes de la fachada del cine Torres. | Irene Arango

La propiedad del cine Torres en Sant Antoni de Portmany no ha confirmado este lunes si el Consell de Ibiza va a comprar finalmente este emblemático espacio para crear en la localidad portmanyí un nuevo centro cultural. Según reconocieron, sí han existido conversaciones.

«Aunque fuera adelante, debería realizarse un concurso público», puntualizaron desde la propiedad. En breve, según avanzaron también, podrán ofrecer más explicaciones al respecto.

A través de un mensaje difundido en redes sociales, los responsables de este mítico espacio anunciaban estos días la venta o el alquiler del cine Torres, «un cine con mucha historia».

Según recordaron, esta sala abrió sus puertas en 1931 «y ha estado dormido un tiempo, pero no ha perdido su belleza». Incluso aseguraban en el anuncio que el local podría ser el nuevo establecimiento de moda en Sant Antoni, pudiendo reconvertirse en un restaurante temático o en un lugar de música en directo.

2.8 millones

El Consell de Ibiza aprobó en su pleno del pasado viernes una partida de 2,8 millones para comprar la conocida sala. Según se explicó por parte del equipo de gobierno, con esta partida se llevarían a cabo los trabajos de acondicionamiento de este espacio para poner en marcha en la localidad un centro cultural y patrimonial.

Pero esta propuesta no es algo nuevo. En el año 2015, el equipo político que gobernaba entonces en Sant Antoni ya anunció su intención de adquirir el cine para convertirlo en un espacio de referencia en el municipio. Aquel año se aseguraba que la familia Torres, propietaria del inmueble junto al cine Regio, pretendía ya alcanzar un acuerdo con el Consistorio para poder reforzar así la oferta cultural del municipio y revitalizar el centro de Sant Antoni.

Por aquel entonces, el principal escollo a salvar era el económico. Desde el Ayuntamiento habían ofrecido 350.000 euros por el inmueble tras una tasación del cine por parte de técnicos municipales. Sin llegar a un acuerdo, en aquellas negociaciones se barajó también la posibilidad de un alquiler con opción a compra por parte del Consistorio.

Esta antigua sala tiene capacidad para 400 personas y fue el primer cine del pueblo después de abrir sus puertas por primera vez a comienzos de la década de 1930. En la actualidad permanece cerrado desde hace unos 20 años.

Desde entonces, periódicamente vuelven a salir a la luz negociaciones constantes entre ambas partes, aunque no se llega a acuerdos concretos.