Imagen de archivo de un restaurante en Ibiza. | Toni Planells

La presidenta de Pimeef Restauració, Verónica Juan, descarta que restaurantes de Ibiza imiten a los establecimientos de Mallorca que pretenden exigir una tarjeta de crédito cuando se realice una reserva para así garantizar que los clientes acudirán a la cita. «Lo que hagan en Mallorca, es cosa de los de allí. No tendemos a mirarles, más bien creo que es al contrario. No pretendemos seguir la estela de nadie», aclara Juan.

Según considera, es probable que en la isla vecina muchos restaurantes finalmente no secunden esta práctica y recordó que no se tratará de una política implantada por obligación.

«Hay mucha gente que ya lo hace. Normalmente, si un restaurante tiene un grupo de más de siete personas, es ya una norma habitual en muchos establecimientos», puntualiza la presidenta de la patronal.

En el caso de Ibiza, Juan recordó que incluso conocidos restaurantes «te cobran ya la reserva antes de ir». «No es lo mismo un sitio que trabaja con grupos de 50 que otro más pequeño», insiste.

La presidenta también diferenció entre restaurantes según su ubicación. Así, se refiere a los establecimientos de Vila, muy perjudicados por las obras de reforma de Isidoro Macabich: «La situación es muy distinta para quienes están pasando las penurias en Vila a, por ejemplo, un restaurante que tenga 500 plazas. Cada uno aplicará lo que crea conveniente y, por ello, apoyar un hábito o no, ya es cosa de cada empresario».

Juan aprovechó también para realizar un primer balance de la temporada, reconociendo que el verano ha sido «un poco irregular» para muchos establecimientos, «con subidas y bajadas y con unos perfiles que han trabajado mejor que otros». «Ha sido complicado para la gente de Vila que ha estado con las obras. Ha sido muy difícil y se han producido muchas cancelaciones y cortes de suministros. Más que por la tónica del trabajo, la temporada también se ha visto marcada por la crisis energética, la subida de precios y la constante búsqueda de personal. Un año más, sufrimos diversos factores difíciles», concluyó.

La propuesta

En la isla de Mallorca, la controvertida propuesta contempla que, tras la reserva, el restaurante cobrará un 20% por comensal acorde con la media de gasto por mesa que tiene estipulado cada establecimiento según su categoría. Desde Restauración CAEB avanzaron que "lo que buscamos es que los clientes vengan y no dejen colgadas a las empresas afectadas y, con ello, convertir en hábito el hecho de llamar a los restaurantes para avisar de que no van a ir, pese a haber hecho una reserva».

Según señalaron además, «la idea no es ganar dinero con esta práctica ya que, en cualquier caso, la tarjeta de crédito solo es un medio de concienciación y una garantía de que el cliente se compromete a asistir o avisar con tiempo».

Restauración CAEB reconoció que no pueden pedir el DNI como se hace en otros negocios, así que "lo lógico es actuar de forma similar a los hoteles, que siempre piden una tarjeta de crédito cuando haces una reserva y solo te cobran cuando no apareces y no cancelas en el límite de tiempo establecido».

Muchos restaurantes de Mallorca utilizan además el sistema de las Guías Michelin para asegurar las reservas que se hacen. Desde el inicio de la pandemia también está funcionando la aplicación The Fork Manager, mediante la cual el restaurante le recuerda la reserva al cliente, quien tiene la opción de confirmarla o no.