Un fragmento del programa.

Dani y Patricia sentían que ya se habían visto antes. Ambos residen en Ibiza y el programa ‘First Dates’ los sorprendió con una cita. Todo fue «fenomenal», incluso conectaron en casi todos lo temas que han tratado y hasta han quedado para hacerse un tatuaje, pero él no ha sentido la chispa que esperaba sentir y se ha negado a tener una segunda cita.

Dani reconoce que tiene don de gentes, que le gusta hacer sentir bien a la gente y cree que si hay algo que resalta de él, es su alegría. Apasionado del fútbol, es de Sevilla y del Betis, pero lleva «10 años buscándose la vida en Ibiza». Llegó buscando a una «mujer a la que le guste viajar, hacer cosas y si puede ser leer y meditar».

Patricia, por su parte, acudió como una chica que practica paddle surf y boxeo, le encanta la playa, el verano y el sol. «Le gustan los chicos sinceros y trabajadores pero sobre todo, divertidos, que le hagan reír». Al verla, Dani ha sentido que no era su prototipo de chica, pero le ha gustado lo que ha visto, aseguran desde la producción.

Ambos son aficionados a los tatuajes y ella ha querido saber qué tenía Dani tatuado y él no ha dudado en enseñarle los tatuajes de los lugares que ha visitado, y le ha contado que tenía la cara de su hermano fallecido, pero que no lo tenía terminado porque su amigo tatuador se murió también.

Por otro lado, Dani le ha contado que está a punto de irse al Amazonas, aunque nunca ha viajado solo gustaría irse solo un mes entero. Siente que la vida es fluir y le encanta la playa, pero el año pasado se llevó un «sustillo» con un lunar «me quitaron un trozo de piel, con tatuaje y todo». Algo que le hizo pensar en que tiene que cuidarse y vivir al día, no se come la cabeza «lo que tenga que ser será». Entre ellos la cosa estaba fluyendo y han llegado a hablar de hacer un viaje juntos, aunque sea de fin de semana.

Finalmente, Patricia ha dicho que sí a una segunda y a seguirse conociendo en Ibiza, pero él le ha dicho que como pareja no quería repetir. Eso sí, como colegas podían e iban a quedar porque se «habían caído fenomenal».