Alejandro entrega su condecoración a Triana. | IA

Lo suyo fue un flechazo de cariño a primera vista. Ha pasado casi un año desde que la pequeña Triana y el jefe de la Policía Local, Alejandro Ponce, se conocieran y después de varios meses su relación de amistad sigue intacta, al igual que su cariño y admiración. «Ella sí que es una heroína de verdad, que lucha día a día para superarse a sí misma. Ella es una auténtica guerrera», señaló Ponce minutos antes de reencontrase con la pequeña Triana en el Passeig de Ses Fonts de Sant Antoni.

Triana lo había avisado la noche de antes de que participaría en la jornada de educación vial inclusiva celebrada ayer en la localidad. Cabe recordar que esta pequeña tan risueña, que tiene diversidad funcional, se enfrenta diariamente a barreras que la convierten en todo un ejemplo de superación. Una vitalidad que demuestra con su actitud positiva. «Hemos llegado un poco tarde porque venimos de un taller artesanal. La verdad es que no para quieta, cuando no está haciendo gimnasia rítmica está practicando ballet», señaló orgullosa su madre cuando llegaron a Sant Antoni.

«Mi sueño está en el corazón»

Cuando Triana vio a Alejandro se fundieron en un abrazo ante la mirada emocionada de las delegadas de la asociación ibicenca sin ánimo de lucro Ibiza IN, entidad de la que Triana forma parte. Tras unos segundos de complicidad, el jefe de la Policía Local sacó algo de su bolsillo y se lo entregó a la pequeña. La caja contenía la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Verde del Ayuntamiento de Sant Antoni. Un distintivo que Alejandro recibió el día de la Diada como reconocimiento a su labor. «Me otorgaron esta medalla por la operación policial que acabó con la detención de la persona que originó varios incendios en el municipio, uno de ellos ocasionado en la carpa municipal que estaba instalada en el Passeig de Ses Fonts», explicó Alejandro haciendo hincapié en lo importante que era para él poder compartir ese momento con Triana.

La pequeña, todavía sin reaccionar, se colgó esta medalla en el pecho y señaló: «Mi sueño está ahora en mi corazón». En este sentido, su madre Pilar Gallardo indicó que Triana quiere ser policía para ayudar a los demás y luchar por la seguridad, como hace su amigo Alejandro.

Sin duda, reina entre ellos una amistad especial, un lazo fuerte como el fraternal que empezó hace casi un año en la sede de la Policía Local de Sant Antoni. Ese día también fue inolvidable para Triana puesto que la pequeña se llevó a casa otro regalo de Alejandro: una placa de Policía Local. En este sentido, su madre desveló que la pequeña durmió con este distintivo la primera noche. «Supongo que con esta medalla hará lo mismo», puntualizó Pilar mientras Triana se ponía el chaleco para participar en la actividad de educación vial inclusiva, organizada por la Policía Local de Sant Antoni y la asociación Ibiza In.

«Llevo mucho tiempo en el cuerpo, he sido Jefe de la Unidad de Agentes de Paisano durante tres años y desde hace meses soy el jefe operativo en Sant Antoni, pero poder sentir este tipo de experiencias te marcan para siempre. Los abrazos de Triana son muy sentidos. Es una niña muy especial», apuntó Alejandro emocionado.