Un momento de la presentación del Mapa de Cubierta y Uso del Suelo de Ibiza.

Casi el 92% del suelo de la isla de Ibiza está ocupado por cubiertas naturales y cubiertas modificables (suelo agrícola), mientras que únicamente el 8,5% del suelo correspondería a cubiertas artificiales, es decir, edificaciones ya sea en núcleos urbanos como en urbanizaciones y viviendas asiladas. Así se desprende del Mapa de Cubiertas y Usos del Suelo, elaborado en base a la realidad del año 2018 y que se ha presentado esta mañana en la sede del Consell d’Eivissa por el Observatorio de sostenibilidad de IbizaPreservation. Concretamente, el 52,2% del suelo de la isla corresponde a cubiertas naturales, el 39,25% a cubiertas modificables, es decir, que son reversibles.

La coordinadora técnica de dicho observatorio, Itziar Arratibel, ha señalado que el objetivo de este mapa, con una escala de 1/5.000, muy superior a los existentes en la actualidad y que ha supuesto más de dos años de trabajo, «es que la toma de decisiones» por parte de los representantes públicos «sean lo más eficientes posible». Además, este mapeo de las cubiertas y los usos del suelo de Ibiza permite caracterizar la isla y comparar el paisaje ibicenco con el del resto de Islas Baleares, y así entender mejor su estructura actual, evaluar su gestión y predecir la futura evolución del territorio.

El conseller insular de Territorio, Mariano Juan, se ha mostrado «sorprendido» por lo que desvela el mapa, ya que «destierra muchos fantasmas que teníamos. Tener más del 91% de espacio natural sorprende porque no es lo que se suele oír por la calle». En canto al casi 9% restante, el correspondiente a la cobertura artificial, el conseller ha indicado que «tenemos un problema de dispersión, que viene dado sobre todo por la urbanización laxa, es decir, una casa en el campo no es un problema, una urbanización o muchas urbanizaciones cerca de la costa sí que son un problema de gestión».

De cualquier forma, Juan ha recordado que la estructura del territorio insular «es la que es», y que actualmente el reto se encuentra en la «estructura del suelo urbano, porque siempre que se hace planificación territorial se centra la cuestión quizás en lo que menos afectación tiene sobre el territorio, que es una casa en el campo, cuando los grandes retos territoriales y de gestión los tenemos en el suelo urbano».

En este sentido, ha destacado que hay que propiciar la reforma de las construcciones, «que se legalicen las construcciones que tenemos que no se pueden ni reformar ni rehabilitar, que se compacten los espacios que hay entre medias de zonas urbanas pero que no estén urbanizados, hemos de hablar de la intensidad de uso dentro de las zonas urbanas en lugar de trasladar toda esta presión de la falta de gestión al suelo rústico». «Este mapa plantea retos», ha insistido el conseller, «y uno de los retos es la estructura de las superficies artificiales, que se corresponden con las urbanas».

Mariano Juan ha manifestado a su vez que esta nueva herramienta «servirá tanto para hacer modificaciones de planes territoriales o la revisión que tenemos pendiente del Plan Territorial Insular como para que los ayuntamientos puedan hacer su propio planeamiento urbanístico, planes de gestión forestal y otro tipo de normativas». Además, entre otras utilidades prácticas están conocer la estructura del suelo urbano para conocer su distribución y planificar su distribución futura; conocer cuál es la situación de los cultivos de la isla para diseñar políticas agrarias que sean eficaces; detectar riesgos de incendios; conocer por dónde transcurren los recursos hídricos de superficie; valorar los terrenos a la hora de hacer expropiaciones… «Esta herramienta marcará un antes y un después», ha garantizado el conseller de Territorio.

Entre los resultados principales de este mapeo en cuanto a distribución del suelo destaca, por ejemplo, que las combinaciones de pinar y sabinar son, con mucha diferencia, las cubiertas de

suelo mayoritarias de Ibiza, ya que representan el 40% del territorio. En segundo lugar en extensión, destacan los cultivos extensivos herbáceos con y sin árboles frutales, que suman un 23% y, finalmente, las matas de romero, brezo y frígola ocupan un 8%. Estos 3 elementos son los que caracterizan la mayor parte del paisaje rural de la isla, salpicado de un 1,6% de superficie con edificaciones aisladas.

En cuanto al conjunto de las cubiertas artificiales, éstas representan el 8,5% de la isla, con predominio de la urbanización de baja densidad (2,8%) con usos turísticos y residenciales. Por municipios, Vila es el que más cubierta artificial presenta, seguido de Santa Eulària, Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan. En lo referente a zonas urbanas y residenciales, hay más urbanización dispersa que concentrada, lo que requiere una densa red viaria y que haya que dedicar una buena parte del territorio a conectarlas.