El IES Sant Agustí es el segundo instituto de Ibiza que le planta cara la nueva ley educativa y al caos que ésta genera en su implantación en el día a día. | Daniel Espinosa

El profesorado del IES Sant Agustí ha explicado este martes que la implantación de la nueva ley educativa, conocida oficialmente bajo el nombre de LOMLOE, debería haberse llevado a cabo con más tiempo y, sobre todo, ofreciendo formación a los docentes. Para expresar su malestar, y al igual que han hecho otros institutos de la isla, difundieron un comunicado que remitirán ahora a los principales responsables educativos de Baleares.

Entre otras cuestiones, los profesores exigen que la aplicación de la LOMLOE se retrase un año, tal como han hecho otras regiones del país. Según consideró Elena Roig, una de las docentes del instituto, a la hora de implantar la nueva norma los profesionales de este centro han tenido «muy poco tiempo», lo que les ha provocado graves problemas. «No hemos tenido tiempo para adaptarnos a los cambios, que son bastante considerables, y la formación ha sido completamente nula», lamentó.

Roig criticó que muchos compañeros acuden en la actualidad a cursos de formación sobre la LOMLOE al tiempo que deben trabajar aplicando la normativa, lo cual es «muy difícil».

Los problemas se extenderán también a las familias, según aseguró, puesto que se han implantado criterios que, en algunos casos, son difíciles de comprender. «Entendemos que todos los cambios necesitan reajustes, pero deberían haberse hecho con más tiempo», reiteró esta docente.

En el instituto, están a la espera de ver cómo reaccionan las familias ante las primeras notas del curso. «Por ejemplo, a un alumno de primer curso de Bachillerato, en estos momentos y solo en Lengua Castellana, se le está evaluando de 22 criterios diferentes. Es muy difícil de gestionar», lamentó Elena Roig, quien además destacó la sobrecarga de trabajo que esta manera de evaluar supondrá para los docentes.

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En relación a los alumnos, desde el IES Sant Agustí reconocieron que los estudiantes notan que el profesorado está nervioso y que no tiene las cosas claras, «lo cual es un punto en contra muy grave puesto que nosotros somos su brújula y, si no les indicamos la dirección correcta, ellos no entienden hacia dónde tienen que ir», aseguró Roig. Los docentes plantearon también las dificultades que se les presentan a la hora de evaluar determinados criterios demasiado subjetivos dentro de una misma materia.

El manifiesto

En el manifiesto del IES Sant Agustí destacan la «incertidumbre» existente este curso debido a la aplicación «precipitada» de la nueva normativa. Ello afectará gravemente al desarrollo de la labor docente y, en consecuencia, al aprendizaje del alumnado.

Sobre la formación del profesorado, los docentes de este instituto coinciden en criticar que la formación impartida meses atrás sobre la nueva ley fue «insuficiente» e incluso lamentan que solo 48 horas antes del inicio del curso se publicaron las instrucciones de evaluación para los distintos niveles educativos.

De hecho, los profesores aseguran que las diferentes resoluciones sobre las evaluaciones de las materias «son inaceptables, gravemente lesivas para nuestra práctica docente y perjudiciales para el alumnado, imponiéndose sin el más mínimo consenso». También denuncian que estas nuevas fórmulas evaluadoras no van acompañadas de una reducción de las ratios o de las horas lectivas, provocando un aumento de trabajo «nada productiva y totalmente inútil».

En su manifiesto, los docentes exigen a Educación que si transcurrido un año desde la entrada en vigor de la LOMLOE, ésta no garantiza la autonomía de los centros o no tiene consenso suficiente, la normativa sea derogada. Además, a la Conselleria balear de Educación le reclaman asesoramiento e información.

En conclusión, el profesorado del IES Sant Agustí lamenta que la nueva ley educativa no supone un cambio para favorecer al alumnado ni contempla el replanteamiento de la práctica docente para cambiar aspectos mejorables. «Más al contrario, ya que se pretende que los docentes apliquemos de una manera completamente irracional una ley que puede estar basada en principios pedagógicos sólidos, pero que si se aplica erróneamente, nos alejará más de una educación de calidad e igualitaria», concluyen.