Los alumnos de Can Raspalls fueron con casco este curso a modo de protesta por el estado del colegio.

La Conselleria balear de Educación y Formación Profesional confirmó ayer que el proyecto de mejora del CEIP Can Raspalls, en Sant Jordi, está siendo redactado en estos momentos para salir en breve a licitación. Fuentes de la Conselleria aseguraron que se trata de un proyecto de «envergadura», por lo no pudieron precisar plazos sobre el inicio de los trabajos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep explicó ayer que las labores a su cargo para asegurar las persianas del centro ya están acabadas. Los trabajos se iniciaron el pasado mes de noviembre.
A finales de octubre, la delegada de Educación en las Pitiusas, Marga Ferrer, informó que se estaba trabajando en el proyecto de renovación de las ventanas del colegio y en su posterior licitación que se iba a efectuar por la vía de urgencia.

La Asociación de madres y padres del CEIP Can Raspalls confirmó ayer que se sienten ahora más tranquilos puesto que sí se han asegurado las ventanas del centro y, en caso de salirse de las vías, no puedan caer, tal como había sucedido en anteriores ocasiones. Sobre los trabajos de mejora prometidos por Educación, lamentaron que «ya nos dijeron que tardarían meses en terminar el proyecto y en llevarlo a cabo».

«Si vemos que en verano no se ejecutan las obras, tendremos que ver qué hacemos», advirtieron desde la asociación.

Informe técnico

La situación en el CEIP Can Raspalls había sido denunciada desde hace tiempo por la comunidad educativa del centro. Sin ir más lejos, el pasado 11 de octubre, mientras el personal de limpieza realizaba sus funciones, una ventana de la clase de tercer curso de Primaria se salió de la guía, quedando totalmente inutilizada y suponiendo un evidente peligro para los usuarios del aula. Los alumnos de este curso tuvieron que ser reubicados en otro espacio y no era la primera vez que sucedía algo así.

Desde este colegio reclamaron de inmediato un informe técnico para confirmar que alumnos y profesores podían volver a las aulas de manera segura.

«Las familias están preocupadas. El estado general de la carpintería de aluminio representa un riesgo para cualquier persona del centro, sean familias, alumnos o profesores. Ellos se preguntan qué pasará con las otras puertas o ventanas correderas si ahora se arreglan estas dos. Las familias se han movilizado para que haya algún tipo de solución provisional», señalaron desde el CEIP.

La preocupación e indignación entre los padres y docentes era tal que el pasado 21 de octubre los niños acudieron a clase llevando cascos de bicicleta, patinete o motocicleta. Lo hicieron para denunciar la falta de seguridad en el centro debido al estado de los ventanales.

Cuatro meses

El director Òscar Prat explicó entonces a Periódico de Ibiza y Formentera que la Conselleria de Educación se había comprometido «de manera urgente» a solventar todas las deficiencias, asegurándole que en unos cuatro meses iba a poder realizarse la sustitución de todo el aluminio.
Cabe recordar que ya en octubre de 2021, desde este CEIP denunciaron el riesgo que suponía el estado de un gran ventanal que se salía del riel cada dos por tres, cayendo al suelo y provocando grandes sustos a los usuarios del colegio. El pasado mes de agosto este ventanal fue sustituido, aunque los problemas no terminaron aquí y la clase de psicomotricidad tuvo que volver a cerrarse ante el inminente riesgo de caída de otra gran ventana.