Un crucero en el puerto de Ibiza. | Toni Planells

En tan solo una jornada del próximo verano, el puerto de Ibiza tendrá que dar servicio a unos 15.000 cruceristas, según afirmaron ayer fuentes del Consistorio de la capital ibicenca. Ya en el verano de 2022 se produjeron algunos problemas ante la llegada de turistas de crucero registrada en algunos momentos de la temporada alta. Y ahora todo indica que volverá a suceder lo mismo. Una situación ante la que el Gobierno de Vila se ha propuesto buscar la manera de «trabajar y consensuar la planificación de las llegadas del turismo de cruceros al municipio para 2024».

El Consistorio, señalaron las mismas fuentes consultadas por este periódico, «es consciente de la importancia del turismo de cruceros para la pequeña y mediana empresa del municipio», pero considera que «se ha de planificar correctamente» la llegada de estas embarcaciones al puerto de la ciudad. Y para ello ha puesto en marcha una serie de reuniones con otras administraciones como los consells de Ibiza y Formentera, la Autoridad Portuaria de Baleares, las patronales y otros sectores implicados, «como transportistas y consignatarios, además de entidades ecologistas».

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El Ayuntamiento de Eivissa considera que la planificación es imprescindible «después de saber que en tan solo un día, este próximo verano, la ciudad de Ibiza recibirá más de 15.000 personas». Turistas que necesitan «una planificación de transporte, seguridad o limpieza, que han de asumir los servicios municipales e insulares». Y es en esta planificación en la que Vila pretende contar con la colaboración de otras administraciones y entidades, con el fin de «dar una buena imagen» de la isla.

A finales de este mes, Vila se reunirá también con la CAEB, cuyo representante en Ibiza, José Antonio Roselló, recordó ayer que «la clave para absorber una afluencia de cruceros es tener una buena logística de acogida, hecha con tiempo y con el concurso y buena voluntad de todas las partes», según concluyó.