El juicio se celebrará el próximo jueves en la Audiencia Provincial. | ARCHIVO

Cinco años y medio de prisión, orden de alejamiento durante un periodo de diez años e indemnizar a la víctima con 20.000 euros por los daños morales. Es la pena que solicita el Ministerio Fiscal para un hombre de 50 años acusado de abusar sexualmente de una menor, nieta de su expareja.

El procesado, un hombre de origen ecuatoriano con residencia en Ibiza, será juzgado el próximo jueves por un tribunal de la Sección Primera de la Audxiencia Provincial como autor de un delito de abuso sexual sobre una menor de 16 años. Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, los hechos ocurrieron «desde una fecha indeterminada hasta el 12 de julio de 2020», fecha en la que el acusado fue detenido. En el momento de los hechos la víctimas tenía menos de 10 años.

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La acusación indica que el hombre, «con propósito de satisfacer sus deseos sexuales, realizó obre la menor actos consistentes en tocamientos en la zona genital de la menor por encima de la ropa, tocamientos de la menor al acusado de su zona genital por encima del pantalón llevando la mano de ésta a dicha zona y besos en la boca de la menor, lo que realizaba el acusado cada vez que visitaba el domicilio de la menor, una o dos veces por semana».

La Fiscalía sostiene que el acusado «se aprovechó para ello de la estrecha relación de amistad que le unía con la familia, al ser el exmarido de la abuela de la menor, por lo que visitaba con frecuencia el domicilio familiar y jugaba con la niña a solas en su habitación con la puerta cerrada, momentos que aprovechaba el acusado para realizar las acciones pidiendo a la menor, a la que previamente había seducido con juegos y regalos, que no contara nada a sus padres de lo que hacían pues de lo contrario podría ir a la cárcel».

El 12 de julio de 2020 fue descubierta esta situación y los hechos fueron denunciados por la madre de la niña. A consecuencia de los abusos la menor ha sufrido secuelas de tipo psicológico.