El servicio de Oncología en Can Misses lleva muchos meses sufriendo precariedad. | Archivo

Pacientes oncológicos de Ibiza denunciaron ayer que en las últimas semanas de este mes de enero han acudido a consulta con hasta tres especialistas diferentes, incumpliéndose así el compromiso de Salud de mantener siempre a los mismos profesionales para no interrumpir la relación médico-enfermo, fundamental en la recuperación de estas personas.

Uno de estos usuarios lamentó que «no es ninguna novedad y ya llevamos mucho tiempo así». «Nos hacemos cargo de muchas cosas. Ya sabemos que no hay oncólogos, puesto que es una especialidad deficitaria, y probablemente Ibiza no les resulte un destino atractivo, pero no es nuestro problema», advirtió.

En pocas semanas, esta persona ha pasado revisión con dos oncólogos distintos procedentes de Mallorca y no descarta que en la cita de febrero la situación vuelva a producirse.

«Me estresa mucho ver a un oncólogo diferente cada vez que voy al hospital. No me considero mal atendida y cuento con un médico de familia que me apoya muchísimo. El tema depende de quienes tienen responsabilidades políticas», explicó.

Desde la Conselleria de Salud del Govern balear reconocieron ayer que podría haberse dado el caso de que en estas semanas algún usuario hubiera sido atendido por diferentes profesionales, aunque «no es lo habitual», puntualizaron.

«Situación muy precaria»

Según reiteraron, siempre se trata de asignar el mismo oncólogo a los mismos pacientes, aunque en ocasiones, y según las necesidades de los enfermos, éstos pueden ser atendidos por otros especialistas.

La presidenta de la Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cáncer (APAAC), Maribel Martínez, aseguró que en la entidad no tenían constancia de que los pacientes fueran atendidos por diferentes médicos, aunque no descartó alguna incidencia puntual que hubiera provocado esa situación.
Para Apaac, la situación en el Servicio de Oncología sigue siendo muy precaria: «Queremos que haya una plantilla estable. Los que vienen de Palma están haciendo su trabajo, pero esto no es la solución. Vamos a ver si en algún momento pueden conseguir oncólogos que se establezcan en la isla y los pacientes puedan recibir una atención como se merecen», concluyó.

Apaac recordó que, tras la marcha de la doctora Alicia Quílez, la plantilla estable del servicio de Oncología en Can Misses está compuesta por dos profesionales, aunque uno de ellos se encuentra de baja, en principio, hasta el próximo mes.

Ante esta compleja realidad, el Área de Salud de Ibiza y Formentera (ASEF) reorganizó el servicio el pasado mes de diciembre y explicó que, a través de una alianza estratégica con el hospital de referencia Son Espases, se iban a incrementar a partir de enero las visitas de los oncólogos de Mallorca.
«No aumentarán las caras, sino la presencia de estos profesionales» en los centros de las Pitiusas, afirmaron fuentes sanitarias.

En concreto, cinco facultativos son los que se desplazan desde Son Espases cada semana. A partir de enero estaba previsto que tres de estos profesionales hicieran doble jornada durante dos días, con lo que se garantiza la presencia semanal de cuatro especialistas.

A partir de febrero, con la reincorporación de la doctora de baja, se volverá a analizar la programación y se adoptarán las medidas necesarias para garantizar la atención al paciente oncológico.

Para intentar que la marcha y la baja de las dos oncólogas afecte lo menos posible al servicio, el Área de Salud de Ibiza y Formentera optó también por aumentar la plantilla de Medicina Interna, que pasará de 11 a 13 especialistas. «Este incremento permitirá que los internistas asuman junto con Oncología la supervisión del paciente oncológico hospitalizado», concluyeron.

El apunte

Falta de estabilidad

Desde el Sindicato Médico en Baleares (Simebal), antes de verano ya alertaron sobre el «altísimo riesgo» de que solo un oncólogo fijo atendiera en Ibiza a todos los enfermos de cáncer.

En su caso, consideraron que para que la plantilla esté cubierta, ésta debe contar con cinco especialistas fijos que vivan en la isla. Una reclamación que tacharon de «quimera» teniendo en cuenta la situación sanitaria actual.