El acusado, en el juicio celebrado el pasado martes en Vía Alemania, Palma. | GUILLERMO ESTEBAN

Un hombre ha sido condenado por robar tres sacos con 90 kilos de algarrobas y agredir a los propietarios de la finca en la localidad de Inca, en la isla de Mallorca. La jueza le ha impuesto 1.080 euros en multas y que indemnice a las víctimas con 1.679 euros por las lesiones ocasionadas y los frutos sustraídos.

La sentencia descarta que el acusado hubiera podido «esquilmar» los 21 algarrobos y 86 almendros que había en la parcela. Los denunciantes han valorado las algarrobas y las almendras hurtadas en 1.400 euros. «No tenemos testigos de que el robo hubiera sido realizado por el acusado días antes», indica la jueza, que sostiene que podrían haber sido los trabajadores de la obra que se estaba llevando a cabo en la finca o el vecino que presuntamente dejó al acusado sacos y una barra para tirar los frutos.

Condenado por robar 90 kilos de algarrobas y agredir a los dos propietarios de la finca en Inca
Cuatro sacos llenos de algarrobas.

Los hechos juzgados ocurrieron sobre las 19.20 horas del 3 de octubre de 2019, según declara probado la sentencia. El acusado, español de 49 años, se dirigió en moto a una finca situada en el polígono de Inca y empezó a coger algarrobas para meterlas en tres sacos. Los dos propietarios de la vivienda lo sorprendieron y el procesado se abalanzó hacia el hombre, le propinó puñetazos en la cabeza y lo tiró contra un muro de piedra. La mujer intentó apartarlos y el agresor le golpeó en la pierna, tirándola al suelo. Agentes de la Guardia Civil acudieron al lugar y le pidieron que abandonara la finca.

El acusado, sin embargo, regresó esa misma noche para llevarse las algarrobas que no pudo sustraer al haber sido sorprendido por los dueños de la finca. Los frutos tenían un valor de 54 euros. El propio acusado reconoció en el juicio celebrado el pasado martes en Palma que entró en la finca sin permiso para llevarse algarrobas y dárselas a sus animales. La jueza indica que ha quedado acreditado que llenó tres sacos que tenían una capacidad de 30 kilos cada uno.