La Avinguda Isidor Macabich: muchos comercios, pero pocos aparcamientos. | Daniel Espinosa

Sant Rafel de Sa Creu es uno de los pueblos más pequeños de la isla de Ibiza. Perteneciente al municipio de Sant Antoni y situado junto a la carretera que une la Villa de Portmany y Vila, también hace de cruce de caminos para quienes quieren seguir hacia Sant Mateu, Santa Agnès, Santa Gertrudis o Buscastell. Su arteria principal y prácticamente única calle es la Avinguda Isidor Macabich.
Una vía que comienza en la rotonda que conduce dirección a Santa Eulària, la iglesia del pueblo y el campo de fútbol, junto al emblemático Bar Es Cruce.

Esta calle se encuentra repleta de bares, cafeterías, restaurantes, comercios, una farmacia y hasta un pequeño supermercado que son frecuentados por vecinos del pueblo, muchos de ellos son residentes extranjeros y trabajadores de localidades cercanas que aprovechan para hacer una parada en su rutina diaria.

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«Tiene de todo»

Precisamente, dos de ellas, las jóvenes Miriam y Rocío, valoraron esta avenida muy positivamente. «Me parece que está muy bien porque tiene de todo y puedes encontrar muchas cosas en muy poco espacio. Eso es muy útil para todos», explicó la primera mientras su compañera destacó de la avenida que, al estar en el centro de la isla, registra un gran movimiento, sobre todo en los meses de verano.
Además, hasta hace poco contaba con tiendas y talleres de cerámica, ya que Sant Rafel es el único pueblo de la isla declarado Zona de Interés Artesanal. Desgraciadamente ya poco queda de todo ello. Algo que se debe, entre otras cosas, a que esta vía arrastra, según encuestados como Miguel Rodríguez, grandes problemas de tráfico rodado y, sobre todo, falta de aparcamiento.

«La calle no es que esté mal pero no se puede aparcar el coche en ningún sitio, obligando a que muchos tengamos que dejarlo en doble fila con el problema que eso conlleva cuando solo vas a emplear unos minutos en alguna tienda». Unos males en los que también incidieron el matrimonio formado por Carla y el serbio Jovan, quienes tomaban un café en una terraza de la zona. «Sin duda, el problema más grande es la falta de aparcamiento y es una pena porque tiene otros alicientes como pequeños comercios de toda la vida, una churrería, bares y restaurantes con terrazas donde poder disfrutar del sol cuando las temperaturas son buenas». Tal vez por ello, desde el 23 de diciembre el Consell d’Eivissa decidió restringir la circulación en esta avenida dentro del nuevo plan piloto de reordenación del tránsito en el pueblo.

Una medida que, según la máxima institución insular, buscaba añadir 20 nuevas plazas de aparcamiento pero que, al impedir la salida en dirección a la autovía de Sant Antoni, ha generado polémica y malestar entre muchos encuestados como Reiner. Un ciudadano alemán habitual del pueblo, o el profesor de vóley argentino del CVP La Tribu, Leo Fogel. «Antes era mucho más cómodo, cuando no había que dar tantas vueltas de forma innecesaria a la altura del supermercado o por el colegio. Esto provoca, además, mayor tráfico por otras zonas del pueblo sin que haya solucionado nada», apuntó.