Juicio celebrado este lunes en Palma. | Alejandro Sepúlveda

Siete personas han reconocido este lunes, en la Audiencia Provincial de Baleres, su implicación en un desembarco de casi tres toneladas de hachís en Ibiza en marzo de 2022, tras alcanzar sus defensas un acuerdo con la Fiscalía en el juicio que ha comenzado este lunes.

El Ministerio Público solicitaba una condena de 77 años de prisión y 20 millones de euros de multa, pero al reconocer los hechos buena parte de los acusados, se reducirán notablemente estas penas. Además, varios de los procesados sustituirán parte de la pena de cárcel por la expulsión de España.

La mayoría de los acusados son de origen marroquí, pero también hay varios ciudadanos peruanos y dominicanos, así como un hondureño y un español.

Para este último, el Tribunal ha dictado una orden de busca y captura puesto que no ha comparecido al juicio. Su abogado ha explicado que no ha tenido noticias de él desde Navidad, a pesar de que ha intentado localizarlo a través de familiares. Otros cuatro investigados se encontraban ya en búsqueda antes del juicio.

La mayoría de los acusados han reconocido que el 3 de marzo de 2022, sobre las 04.55 horas, desde una lancha neumática, desembarcaron 67 fardos con hachís en Cala Mastella (Santa Eulària, Ibiza), para trasladarlos hasta unas furgonetas con el fin de vender la droga a terceras personas.

Los sospechosos fueron detenidos por la Guardia Civil en plena operación, interceptados con más de 2,2 toneladas de hachís. Además, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) recuperó posteriormente otros 33 fardos del mar al norte de la Isla, con otra tonelada de la misma droga.

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Así, la Guardia Civil se incautó de un total de 2.958 kilos de hachís procedentes de África, por un valor de venta que supera los 19,3 millones de euros. Diez de los acusados están en prisión provisional desde marzo.

DOS DE LOS ACUSADOS DICEN QUE NO TENÍAN NADA QUE VER

Dos de los acusados, un dominicano en situación regular en España y otro hondureño en situación irregular, se han desvinculado de la operación de descarga, asegurando que no tuvieron «nada que ver» con ello.

Ambos han declarado que fueron a Ibiza para trabajar y que aquella noche les habían contratado para desmontar un restaurante donde se iba a instalar un nuevo negocio durante el día. Según su versión, una furgoneta les fue a recoger y les dejó en el restaurante, pero después no apareció nadie para recogerlos, y tras cuatro horas decidieron volver caminando por la carretera.

Así, han señalado que la Guardia Civil les sorprendió por la carretera y que los agentes comenzaron a preguntarles por si venían «de la lancha» y por «el chocolate». «Les dijimos que no sabíamos de qué hablaban», han contado.

Los dos han declarado que no estuvieron en Cala Mastella ni tnían nada que ver con el desembarco de droga, destacando que ni su ropa estaba mojada ni tenían arena, pero igualmente fueron detenidos. «Me metieron en prisión sin causa alguna», ha lamentado uno de los procesados. Ninguno de ellos ha contestado a la Fiscalía.

El juicio continuará este martes.