Grandes humedades en los techos del centro de salud de Sant Antoni.

Goteras que «encharcan» tanto zonas comunes como consultas», temperaturas hasta seis grados inferiores que en el exterior y caídas de cascotes son algunos de los problemas con los que tienen que lidiar a diario tanto los trabajadores como los usuarios del centro de salud de Sant Antoni.

Una situación, al menos la de las goteras, que se viene padeciendo durante el último mes y medio, aunque el funcionamiento de los aparatos tanto de frío como de calor se viene arrastrando desde hace muchos meses, «demasiados» según denuncian los trabajadores del centro.

En días lluviosos como el de ayer, las toallas para evitar charcos proliferan.

Según fuentes del centro de salud de Sant Antoni, el pésimo estado de conservación afecta al conjunto del edificio, e incluso se ha dado la situación de que los días de lluvia «parece que llueva dentro». Esto provoca que en muchos puntos del edificio se formen charcos, incluso en el interior de las consultas. Unos charcos de tal envergadura que «tenemos que tratar de quitarlos con toallas, sábanas o con lo que podamos».

Esta situación ha provocado a su vez que, en la zona de la escalera principal de acceso a las consultas, se haya producido la caída de cascotes de las molduras de yeso debido al agua que se filtraba. Esto a su vez obligó a que, en determinados días, se derivará a los usuarios al los ascensores dada la peligrosidad de la escalera «y por miedo a la caída de más cascotes».

Un calefactor en una consulta del centro de salud.

En cuanto a las climatización del edificio, estas mismas fuentes han denunciado que es habitual en estos meses de invierno que la temperatura en el interior del centro de salud sea hasta seis grados inferior a la del exterior. «La calefacción no existe, directamente no hay. Me consta que es algo que viene desde hace tiempo», explicaron ayer. Esto ha obligado a los trabajadores a ejercer sus labores con chaquetas y demás prendas de abrigo, lo que ha llevado a muchos de ellos «a traer de casa radiadores o lo que sea para tenerlos en las consultas» y que no se vean más perjudicados los pacientes.

Explicaron, a su vez, que la Conselleria balear de Salud no es ajena a esta problemática «ya que muchos compañeros lo han denunciado en riesgos laborales a través de la intranet» del área de salud «y lo único que nos han dicho es que se iba a solucionar, pero no sabemos cuándo».

Mientras tanto «estamos trabajando en esas condiciones, con frío de nevera, poniendo nosotros los calefactores y usando toallas y sábanas para recoger el agua que llueve dentro», reconocieron.

Aunque ni ningún usuario ni ningún trabajador han resultado heridos hasta la fecha, «sí que en estos días ha habido compañeros que han enfermado por las condiciones en las que tienen que ejercer su función». Este periódico contactó ayer sin éxito con la Conselleria balear de Salud para incorporar su respuesta a estas quejas.