Imagen de la entrada a la residencia Colisée. | Daniel Espinosa

El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, lo tiene claro: «Actuaremos con contundencia si no mejora el servicio en la residencia Colisée en los próximos días». Así de tajante se mostró ayer Marí ante la situación vivida en este centro por parte de los usuarios y sus familiares. En este sentido, adelantó que se actuará con el máximo rigor para revertir una realidad que califica de «inaceptable» y «vergonzosa» debido al trato que recibían los pacientes.

En esta línea, explicó que desde el Consell d’Eivissa enviaron a dos inspectores a la residencia con el objetivo de elaborar un informe exhaustivo que será la base del expediente sancionador. «Estaremos vigilantes para que se introduzcan las mejoras que se están reclamando», señaló haciendo hincapié en que estas medidas son responsabilidad de la empresa, pero también de las instituciones. «El Consell y el Govern somos los que debemos velar por la prestación de un buen servicio», apuntó.

No obstante, también quiso puntualizar que, en su momento, el Govern balear realizó una auditoria en la que no se constató que la situación era tan grave como la que ahora denuncian los familiares. Al preguntarle si considera que han fallado los controles en dicha residencia, el presidente del Consell aseguró que no porque, según Marí, desde que tuvieron constancia de la denuncia de los familiares enviaron a dos inspectores a la residencia.

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No obstante, se mostró confiado en el cambio de actitud de la empresa privada que se encarga de la gestión del centro. «Hay que esperar unos días para constatar que se adoptan las medidas que deben tomarse», apuntó. Además, según el presidente, la empresa alega falta de personal y otros problemas, pero desde el Consell dejan claro que esto «no puede emplearse como excusa y que se debe prestar un servicio mejor a los usuarios».

Por otra parte, cabe destacar que Colisée Sa Residència puede percibir hasta 2,18 millones de euros al año por las 84 plazas que tiene concertadas con el Govern balear. Según explicaron desde la Conselleria de Servicios Sociales a Efe, el Govern paga a la residencia 71,26 euros por plaza y día, que en parte son sufragados por el usuario con su pensión (suele cubrir 30 % del pago) y el resto procede de las arcas autonómicas.

De esta forma, la residencia puede recibir un máximo anual de 2.184.831 euros, en el caso de que todas las plazas estuvieran ocupadas los 365 días del año. De hecho, las 84 plazas concertadas constituyen la mayor parte del total disponible en el centro, que rondan el centenar. De esa cantidad, 1,5 millones de euros los aporta el Govern balear y el resto, hasta los 2,1 millones, salen de las aportaciones de los propios usuarios.