Imagen de la residencia Colisée este mes de febrero. | Daniel Espinosa

La consellera balear de Bienestar Social, Fina Santiago, afirmó ayer en sede parlamentaria que tanto su departamento como el de Salud «han puesto recursos» para que cambie la situación que se está viviendo en la residencia Colisée de Jesús, y pidió «tiempo» para que las cosas cambien.

En respuesta a una pregunta de la diputada de El Pi, Lina Pons, Santiago insistió en que «el que tiene que valorar si esta residencia tiene que cerrar total o parcialmente» o el que «debe sancionar» es el Consell d’Eivissa. La consellera balear recordó, a su vez, que el Govern tiene actualmente concertadas 84 plazas en este centro, y que lo primero que hizo al recibir las quejas de los familiares fue remitirlas a la máxima institución ibicenca y reunirse, el pasado 24 de enero, con la propiedad de la residencia para exigirle un plan de mejora. «Ya se está ejecutando este plan», reconoció Fina Santiago. «Gracias a este plan ha venido una directora nueva con experiencia en otra residencia, otra coordinadora asistencial, dos médicos más, una enfermera y seis auxiliares más» entre otros, ha manifestado, además de haberse realizado un plan de mejora a nivel asistencial, de lavandería, de cocina y de mantenimiento.
«Estamos a la espera de que el Consell d’Eivissa saque las actas de inspección y diga lo que hay que hacer con la capacidad inspectora que tiene», concluyó.

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Desde el Consell d’Eivissa la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, dejó claro que el cierre o la retirada de la autorización a la residencia Colisée «es una de las últimas posibilidades que podría contemplar la Inspección, pero está claro que no es algo que queramos ninguno de nosotros, porque esto implicaría dejar a 100 usuarios sin servicio, 100 familias sin una atención que para muchas de ellas es de vital importancia».

En este sentido, señaló que en todos los contactos mantenidos con los representantes de las familias «la prioridad única y exclusiva era la de garantizar que las medidas que se tienen que implantar se hagan de manera efectiva para garantizar el servicio a los usuarios». De cualquier forma, avanzó que se sigue trabajando en la vertiente administrativa, donde el expediente de Inspección sigue su camino cumpliendo con los plazos legales, «pero para nosotros lo más importante es hacer este acompañamiento que desde el primer momento y más allá de nuestras propias competencias creíamos que teníamos que hacer». Un «apoyo» tanto a las familias como a la empresa propietaria del centro «para ir garantizando la efectiva implantación» de las medidas a adoptar.

Por eso, solicitó que «nos dejen trabajar», incluso «más allá de otras administraciones, que consideran que no tienen que hacer nada más o que no van a hacer nada más», en referencia al Govern balear. «Tenemos mucho que aportar», continuó Carolina Escandell, «y creemos que más allá de lo que es el expediente puro y duro hemos de continuar para que todo esto vaya a buen puerto», concluyó.