Ramon Muntaner, la calle que no vive del pasado. | Toni Planells

La calle Ramon Muntaner es una de las calles clásicas de Vila. Un kilómetro de longitud de calle que une la Platja de Ses Dones en Los Molinos con la Avenida España. Eso sí, interrumpida al tráfico rodado en los últimos 200 metros antes de su llegada a la Platja de Ses Dones.
Una calle que disfrutó de sus «momentos de gloria» respecto al ambiente turístico y lúdico, tal como recuerda Manuela. «Hace 30 o 40 años era la flor y nata de Ibiza, junto al Puerto. Pero ahora ha perdido mucha popularidad».

Susana regenta una tienda de souvenirs en la misma calle y disiente de su vecina. «No se puede vivir del pasado» argumenta la comerciante que mantiene su negocio abierto durante todo el año porque, tal como recuerda, «es la única calle de Ibiza que tiene cuatro hoteles abiertos todo el año, y eso mantiene el movimiento todo el invierno».

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«Sin el flujo del verano, eso sí, pero se trata de un barrio con mucha gente que vive todo el año». Entre la gente del barrio se encuentra Santi, que confirma que «en invierno se está muy tranquilo, pero en verano es un caos de coches que no pueden aparcar y lo acaban haciendo en cualquier sitio y de cualquier manera». «Es el barrio más bonito de la isla», declara sin tapujos Patricia, responsable de la cafetería Es Gresol mientras comenta con su cliente Carlos que «se trata de una calle que está en tierra de nadie. Entre Figueretes y Los Molinos sin que esté claro dónde estamos».

Carlos llega a calificar a la calle «con un tinte bohemio» mientras Mayte, responsable del supermercado y de un negocio de alquiler de motos, la califica como «una de las mejores de la isla», sin dejar de ser crítica poniendo el foco en que «apenas hay un par de papeleras en toda la calle». Ivana trabaja en el mismo supermercado y se ha criado en esta calle y también apunta a «la falta de limpieza, mantenimiento y parking» como puntos negativos respecto a la vía Sin embargo, no deja de poner en valor el hecho de que «tenemos la playa a unos metros y el centro de Vila a otros pocos más, además del paseo que tenemos aquí mismo».

En el mismo sentido se pronuncia Patricia, también vecina de la calle y estudiante en la Escuela de Turismo ubicada en el mismo Ramon Muntaner. «Con este paseo, puedes ir desde Dalt Vila hasta Platja d’en Bossa, es una delicia». Sin embargo, también se queja de «la falta de iluminación por las noches», así como de la falta de aparcamiento.
«Yo puedo venir caminando desde mi casa, pero mis compañeras tienen que dar mil vueltas para lograr aparcar», apuntó.