Un total de cinco gatos de nueve meses de una colonia castrada y controlada han sido envenenados con matarratas en Cala Salada.

Así lo ha denunciado ante el Seprona de la Guardia Civil la responsable de esta colonia, quien relata en su perfil de Facebook lo que ha ocurrido. «¡Es tan grande el dolor que solamente quien ha pasado por esto lo puede entender! Hace dos días algún humano asqueroso envenenó mi colonia. Cinco gatitos de solamente nueve meses se fueron de esta vida terrenal de una forma terrible porque lo que hace el veneno de ratas es provocar hemorragia pulmonar hasta llegar a la muerte. Solamente al pronunciar estas palabras podemos llegar a entender el dolor que han tenido que sufrir antes de morir. Eran gatitos que no molestaban a nadie, si llegaba gente se escondían, no iban a mendigar comida porque yo los alimentaba cada día y tenían su pienso por el resto del día», explica la responsable de esta colonia, quien prosigue su exposición afirmando que trasladó a los otro cuatro gatos que quedaron con vida a una casa de acogida «donde serán amados».

Recuerda que «echar veneno en zona pública está penado por la ley» y, al mismo tiempo, recuerda que por zonas públicas y de playa, como Cala Salada, suelen también pasar niños y animales domésticos, como perros, que pueden ingerir el veneno.

La responsable de esta colonia defiende que los gatos que han sido asesinados con veneno «no molestaban a nadie, si llegaba gente se escondían, no iban a mendigar comida porque yo los alimentaba cada día y tenían su pienso por el resto del día». Señala también que estaban todos castrados y desparasitados «y sin ninguna enfermedad». «Estamos en un país donde no hay leyes que protejan a los animales, donde toman el pelo cuando condenan a alguien que ha torturado o matado a un animal. La condena nunca pasa de los dos años. Esto significa que nunca entras en la cárcel. Los maltratadores y asesinos de animales hacen lo que les da la gana», concluye.