La ibicenca Helher Escribano es una conocida directora de cine. | Mohamed Chendri

Que el mundo del cine ha estado en manos de hombres durante muchos años es una realidad que, poco a poco, parece que comienza a cambiar. Bien lo sabe la ibicenca Helher Escribano, quien asegura que, cuando comenzó sus estudios de cine en Madrid, descubrió que en los cursos relacionados con los trabajos más técnicos tan solo había «tres o cuatro chicas de entre 30 alumnos». «En puestos de maquillaje o peluquería suele haber más mujeres y poco a poco se van incorporando hombres a esta profesión. A mí me sucedió al contrario porque estudié Dirección de Fotografía y parece que la parte técnica del cine suele llamar la atención a los hombres. Sin embargo, creo que es cuestión de gustos y no de machismo», considera.

Escribano destaca que también en estos puestos técnicos se están registrando cambios y cada vez más mujeres los ocupan, aunque lamenta que «a día de hoy todavía es difícil que te tomen en serio cuando eres técnica y eres mujer».

A modo de ejemplo, esta joven explica que, cuando deben mover focos para la grabación de una toma, a los hombres no se les pregunta si necesitan ayuda. «Todavía se cree que somos débiles, aunque si una mujer ha elegido ese trabajo es porque considera que puede hacerlo», afirma. «Si eres mujer y eres poco femenina, te toman más en serio para estos puestos», lamenta Escribano.

Helher reconoce haber vivido en su profesión incómodas situaciones por el simple hecho de ser mujer. En una ocasión, le sugirieron que para un trabajo se preparara muy bien una presentación porque «cuando te vean una chica joven, rubia y guapa, no te van a tomar en serio». «Tengo que esforzarme más que si fuera un hombre solo por el hecho de ser mujer», añade.

En otro trabajo, Escribano llegó a escuchar cómo alguien le decía que era una pena que no la hubieran contratado «con lo buena que estás», sin tomar en consideración si era o no la persona idónea para el puesto.

La directora de Ibicine explica que desde asociaciones nacionales se está luchando por equilibrar las cuotas entre hombres y mujeres en festivales y muestras cinematográficas, aunque no siempre es fácil porque todavía hay pocos trabajos de directoras.

«Me gustaría que desaparecieran estas cuotas porque eso significaría que hay igualdad», concluye.

Feminismo

La editora Neus Escandell reconoce que ha vivido «muchas jornadas del 8M» puesto que en los años 70 formó parte de los movimientos feministas de Barcelona. «Es importante remarcar esta fecha, pero lo principal es que hoy en día las actitudes sean diferentes», manifiesta.

La editora Neus Escandell.
Foto: Daniel Espinosa

«Queda mucho trabajo por hacer, pero noto cambios importantes», añade también.

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Escandell rememora cómo en 1976 se celebraron en Barcelona las II Jornadas de España de la Mujer y «hubo una gran reacción, con muchos planteamientos diferentes». Aquel mismo año, junto a otras compañeras ibicencas, Escandell organizó en la isla otras jornadas a las que invitaron a feministas de Barcelona que en aquellos momentos lideraban el movimiento. Según recuerda, diferentes partidos de izquierda en Ibiza «casi, casi se rieron de nosotras y nos trataron de reaccionarias», aunque posteriormente cambiaron su parecer. Las formaciones de derecha prácticamente las ignoraron, según rememora.

«Los partidos de izquierda consideraron que era necesario un cambio político y que después ya vendría todo dado y se ha visto que no era así. Creyeron que era un discurso de mujeres ‘burguesitas’ que no tenían otra cosa que hacer», explica.

En relación a su profesión, Escandell asegura que ha habido grandes editoras en el país y reconoce que nunca se ha sentido minusvalorada en su trabajo por el hecho de ser mujer. «Me gustaría pedir que la sociedad cambie porque aún queda mucho por hacer», insiste.

El cambio

Dejó un trabajo en el Fogaiba para dedicarse a su gran pasión: la agricultura. Francesca Prats destaca que son varias las mujeres que en Ibiza han optado por esta profesión y dice no haberse sentido nunca menospreciada por compañeros de sector.

Francesca Prat es agricultora.

«En el mercado de Sa Cooperativa de los viernes, de 12 puestos, unos cuatro están en manos de mujeres. En otros también hay mujeres trabajando», asegura.

Francesca anima a otras mujeres a dedicarse al mundo de la agricultura, si es lo que realmente les gusta: «Es duro, aunque casi lo más difícil es la comercialización de los productos».

El destino cambió también un buen día para Araceli Sánchez, propietaria de conocidos negocios como Ibiza Medical Centre o Certificados Médicos Santa Eulària. Esta empresaria llega a dirigir en plena temporada a unas 14 personas.

Araceli Sánchez es empresaria.

Según recuerda, «fácil no ha sido» al ser la única mujer en la isla responsable de una empresa como Ibiza Medical Centre. Sánchez destaca también las dificultades que una empresaria suele tener para conciliar familia y trabajo y defiende la contratación de personas de más de 50 años.

«En cuestiones sanitarias no entro porque yo no soy médico, pero he tenido que escuchar cómo facultativos -no de mi empresa- me decían que esto no era para mí y que cómo podía haber montado este negocio», asegura.

El apunte

Manifestación hoy a las 18.30 horas

Las asociaciones feministas de Ibiza se unen una vez más para dar voz al Día Internacional de la Mujer Trabajadora. A partir de las 17.30 horas de hoy habrá un taller de confección de pancartas en el Parque de la Paz. A las 18.30 horas saldrá la manifestación de la calle Baleares, pasará por la avenida España y acabará en el parque Reina Sofía, donde se procederá a la lectura del manifiesto. La manifestación estará ambientada por la batucada del grupo Aiyé y tras la lectura del manifiesto habrá un karaoke feminista. «Nos quieren calladas, invisibles, sumisas, culpables, incluso asesinadas. Pero no, una vez más no nos callamos y salimos a la calle a gritar contra el sistema heteropatriarcal y capitalista que nos oprime y nos enferma. ¡Gritamos basta ya!», explican desde la organización.