Imagen del examen celebrado este viernes. | Daniel Espinosa

La localidad de Es Cubells se ha quedado pequeña este viernes por la mañana para acoger a las más de 500 personas, concretamente 513 de las 680 que se habían inscrito inicialmente, para realizar las pruebas municipales de taxistas. Se trata de la cifra más alta desde que el Consistorio realiza estas pruebas. Aunque estaba previsto que el examen diese comienzo a las 9,30 horas en la sala polideportiva, finalmente se ha retrasado el inicio de la prueba ante la ardua tarea que ha supuesto llamar a los inscritos uno a uno y comprobar su identidad.

Entre los aspirantes a poder conducir uno de estos vehículos en el municipio de Sant Josep había de todo: desde taxistas que ya operan en otros municipios de la isla hasta trabajadores de otros sectores que, por distintos motivos, han optado por probar suerte en el taxi.

Este es el caso de Tico, un trabajador del sector de la construcción que, tras una operación de rodilla, ya no va a poder ejercer más su oficio y ha encontrado en el transporte de pasajeros una salida que le permita seguir en el mercado laboral, aunque primero tendrá que superar las pruebas, algo que considera factible porque se ha preparado a fondo para ello. «Hace años que no hago un examen», ha asegurado, «pero creo que este lo voy a aprobar». Con Tico se ha presentado también a la prueba su mujer, que tras años en el sector de la hostelería quiere cambiar de aires.

Entre los aspirantes, que como mínimo debían disponer del carné de conducir B, no haber sido sancionados en los dos últimos años por infracción grave de tráfico y no tener antecedentes penales, había un buen número de personas que llevaban años ejerciendo de taxista en otros municipios de la isla y que no entendían que tuvieran que examinarse para poder operar en otro municipio. «No lo entiendo», aseguraba una de las aspirantes, «pero si quiero trabajar no hay más remedio que hacerlo».

Los requisitos

Entre las nociones que tenían que demostrar en esta prueba escrita consistente en 40 preguntas, destacaba el conocimiento de la normativa del taxi, de la geografía tanto del municipio de Sant Josep como la isla de Ibiza, así como nociones de inglés y catalán. En el caso de las lenguas, muchos de los aspirantes a taxistas manifestaron su sorpresa de que tuvieran que demostrar sus conocimientos por escrito «cuando lo que menos se hace en un taxi es escribir».

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Hay que destacar la gran diferencia entre el número de participantes en las pruebas para obtener el permiso de taxista del municipio de Vila, en el que se presentaron 200 aspirantes, con el de Sant Josep, con más de 500. El hecho de que éste último cuente con el aeropuerto y la mayor parte de las discotecas de la isla hace que sea un destino más suculento para los trabajadores del sector.

La lista provisional de aptos y suspensos, según han adelantado desde el Ayuntamiento de Sant Josep, se conocerá a principios de la próxima semana, tras un proceso de corrección de las pruebas que ha comenzado en cuanto se han terminado los exámenes.

Recordar a su vez que este podría ser el último año en que los consistorios de la isla hacen las pruebas para obtener la licencia de taxista cada uno por su cuenta. De hecho, en la última reunión del Consell de alcaldes celebrada en el mes de febrero, y justamente a petición de Sant Josep, se planteó la posibilidad de unificar estos exámenes.

Para ello, el primer paso sería la creación de una mesa técnica que decida cómo tiene que ser esta prueba a nivel insular que sirva para obtener la licencia en todos los municipios y optimizar recursos evitando que cada ayuntamiento haga una convocatoria diferente.

Cuando estaba terminando el examen, a eso de las 12, se han presentado dos aspirantes más a taxistas que venían expresamente de Galicia para la prueba. Sin embargo, su vuelo ha sufrido retrasos y no han podido llegar a la hora prevista. Como han aportado todos los justificantes del retraso los examinadores les han permitido hacer el examen.