La calle San Juan de Santa Eulària atraviesa más de medio kilómetro del centro de la Villa del Río, en paralelo a la calle Sant Jaume, desde el paseo de s’Alamera hasta la rotonda del Hotel Tres Torres.
Una parte de su recorrido apenas está separado 50 metros del paseo marítimo que cruza con la calle Huesca o César Puget Riquer. Uno de los atractivos de esta avenida, más allá de su privilegiada ubicación, es la cantidad de servicios y comercios locales que alberga.
Sin embargo, la mayor parte de las personas encuestadas en la calle San Juan por Periódico de Ibiza y Formentera pone el foco en que el mayor atractivo de la calle, «son los vecinos», tal como explica Andrés, quien describe la vía «como las calles de los años ochenta, con los vecinos hablando desde los balcones». En Pinturas Mazy, su responsable desde 1995, Rosa, confirma el argumento de su hijo, Andrés. «Los vecinos vienen a traernos naranjas y a saludar si no tienen nada que comprar. Todos nos ayudamos entre nosotros», precisa esta alegre comerciante.
La dependienta pone el foco en los locales de la calle que van alternando negocios temporada tras temporada. «La gente se cree que un negocio se amortiza en tres meses de verano y no aguanta nadie», afirma. En este mismo sentido se pronuncia también Conchi, que lleva décadas trabajando en la calle San Juan: «La calle cambia según haya más o menos comercios abiertos. Cuando hay muchos negocios, está más alegre», afirma. Pepi y Belén hace dos años que tienen su negocio de comida preparada en este barrio, Eivigust. Compartiendo la buena opinión de sus vecinas, Pepi tiene sus quejas respecto al estado de la calle.
Falta de mantenimiento
«El otro día me caí por culpa de ese agujero que hay en el asfalto. ¡Casi me rompo un pie!», se quejaba esta comerciantes. En el capítulo de quejas, Encarni, que lleva más de cuatro décadas residiendo en esta calle, pone el foco en «las personas que llevan a los animales y no quitan sus restos de las aceras». Entre los comercios y servicios con los que cuenta la calle, está la peluquería Susana Sánchez. Allí Susana sólo tiene quejas en cuanto a la suciedad provocada por las obras que se están desarrollando estos meses en la calle.
«Por lo demás, es una calle bonita. Tienes la cafetería, comida para llevar, pinturas… es una calle por la que pasa mucha gente, aunque es un poco estrecha». En este punto, Allende, trabajadora y hermana de Susana, apunta que «es tan estrecha que los camioneros que aparcan delante de la puerta nos estropean el cartel». Dani es uno de los vecinos más jóvenes y activos de la calle, responsable de su propia academia de baile, Real Dance Palace. Este joven considera que la calle San Juan «es la mejor calle de Santa Eulària» y reivindica que «las fiestas de Sant Joan se celebren en esta calle, la más animada del pueblo». Una calle que, según una ‘vilera’ como Elena, es «limpia y cuidada». «Santa Eulària tiene un ambiente muy agradable todo el año. Venir una mañana a Santa Eulària es como salir de viaje y desconectar», puntualiza esta mujer.
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Calle espantosa