Los talleres están saturados y la falta de suelo industrial está lastrando su actividad. | Daniel Espinosa

El grave problema de falta de vivienda que sufre Ibiza desde hace años por la imposibilidad de dar luz verde a nuevos suelos para urbanizar se está trasladando al sector industrial. Un sector que ve ahora mismo «imposible» desarrollarse en condiciones por el déficit de terrenos calificados para esta actividad económica por parte de las administraciones.

Así lo ha denunciado el vicepresidente de la Asociación de Talleres Libres Recambios y Afines de la Pimeef, Francisco Cruz, gerente de Grupauto. «No hablamos de tener más suelo industrial porque sí y de cara al futuro», según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera, «necesitamos el suelo ahora para poder dar los servicios que necesitan hoy tanto los residentes como los turistas».

Cruz recordó que en suelo industrial se desarrollan todo tipo de actividades necesarias para la sociedad, no solo por la economía sino porque son imprescindibles para el día a día de los ciudadanos: «En un polígono industrial hay almacenes para guardar muebles, empresas de logística que se encargan de llevar los alimentos a los supermercados, espacios para almacenar medicamentos… No somos conscientes de la importancia de este suelo».

Consecuencias
Los talleres mecánicos son uno de los negocios más afectados por esta situación. Tanto es así que, según explica Cruz, la imposibilidad de abrir nuevos establecimientos o la de ampliar los existentes, tiene consecuencias como que se estén dando «citas de hasta cuatro meses para cosas básicas como un cambio de aceite o de pastillas».

«El problema viene de hace muchos años», según recordó, «y ahora se agrava porque el suelo industrial no ha crecido en consonancia con lo que ha crecido la isla. ¡Si hasta la Policía Local tiene problemas para encontrar un lugar donde dejar los coches que retiran de las calles!». Esta falta de suelo industrial, por otro lado, ha provocado que en el existente se hayan disparado los precios. Según el vicepresidente de la patronal de talleres mecánicos, «en la Península, una nave de 500 metros cuadrados son 1.000 euros mientras que, en Ibiza, se están pidiendo entre 4.000 y 5.000 porque no hay suelo industrial».

«Los talleres están saturados porque las empresas no pueden crecer y tampoco es posible abrir nuevos negocios porque las administraciones o no dan permisos o los que dan son temporales», añadió. Ante esta situación, Cruz tiene claro que es necesario que las administraciones «hagan políticas valientes» y, sobre todo, normativas que permitan «agilizar la burocracia».

Y es que, aunque existe un consenso de todos los partidos en Ibiza para solucionar el problema, hay trabas que, de momento, obstaculizan aún más la situación. Es el caso del último decretazo del Govern de la socialista Francina Armengol, que ha provocado que en municipios como Santa Eulària se haya tenido que frenar el proyecto de crear nuevos suelos industriales.

El pleno del Ayuntamiento de este municipio aprobó en junio de 2022, atendiendo al compromiso adoptado en el Consell d’Alcaldes, el avance de la modificación de las Normas Subsidiarias para poder incrementar el suelo industrial en esta población. Entre los objetivos se encontraba el de «eliminar alguno de los negocios construidos en rústico y conseguir algún solar para uso municipal que pudiera destinarse a VPO o viviendas dotacionales», según informó el Ayuntamiento.

Con esta modificación también se pretendía abrir la puerta a la «posibilidad de realizar permutas para la eliminación de usos industriales en zonas inadecuadas», además de «modernizar este tipo de instalaciones, haciéndolas más verdes y más adaptadas a los objetivos sostenibles de la economía». Esta decisión, sin embargo, se vio afectada por el controvertido decretazo de Armengol, que, según han explicado fuentes del Consistorio, «limitaba los cambios de uso del suelo en zonas inundables». El Ayuntamiento estudia ahora cómo afecta este decreto a su proyecto de ampliación del suelo industrial.

Para ello, está recogiendo «aportaciones de asociaciones y particulares» para estudiarlas y ver si es posible incorporarlas al plan especial.

«Nuestra intención», precisaron desde el Consistorio, «es que en unos pocos meses podamos llevarlo a aprobación inicial en el pleno. Pero aún estamos haciendo retoques para ver qué se puede mantener y qué hay que quitar».

Transporte discrecional
No es la de Cruz la única voz que clama por una solución. De un modo similar se ha pronunciado el presidente de la Asociación de Transporte Discrecional de Viajeros de Ibiza y Formentera, Emilio Díaz, sector que se ve especialmente afectado por la saturación de los talleres mecánicos o por la falta de suelo para crear nuevas empresas. «Muchas empresas están trabajando en precariedad. Algunos talleres están instalados en parcelas rústicas y otros funcionan en entornos urbanos. No es aceptable. Hace falta suelo industrial para poder tener estos servicios en condiciones.

No es normal que un polígono como el de Montecristo lleve más de 25 años sin recepcionar. Y lo mismo sucede con el de Can Bufí. No estamos hablando de un problema de ahora. Es un problema endémico», apuntó Díaz. El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, tiene claro, por su parte, que «Ibiza necesita polígonos bien dimensionados». Rojo recordó que en la isla hay polígonos «que fueron creados en los años 60 y 70, cuando comenzaba el turismo y ahora están muy desfasados».

En este sentido, el empresario puso como ejemplo Can Bufí, una superficie industrial «obsoleta» con instalaciones «de los inicios del desarrollo turístico de la isla». Rojo también denunció que la situación de buena parte de estos polígonos conlleva, incluso, problemas «de salud laboral».

«En instalaciones antiguas, con techos de uralita, es muy difícil cumplir la normativa», concluyó al respecto.