Sonia Sancho lleva 15 años trabajando en Can Misses y nunca ha visto nada igual. | Arguiñe Escandón

La TCAE Sonia Sancho lleva 15 años en el Hospital Can Misses desempeñando su labor como técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería. Según explicó ayer, se siente «desanimada y frustrada» puesto que, con la saturación de las últimas semanas, no puede dar una buena asistencia a los enfermos que acuden a las Urgencias por diferentes motivos.

«Estamos haciendo higienes en una sala donde hay cinco camas, con hombres y mujeres a la vez, a quienes dejamos desnudos y a quienes separamos solo con un biombo. Les tenemos que dar de comer corriendo y no les damos una buena asistencia porque no nos da tiempo. Me da pena», lamentó.

Según explicó, si un paciente les llama porque debe orinar «podemos tardar hasta 15 o 20 minutos porque no damos abasto y no es justo». «Me dan ganas de llorar, de coger una baja, porque esto es inhumano», añadió. Su testimonio se suma al de otros colegas que durante estas semanas también han expresado su preocupación y malestar por la situación sanitaria de Ibiza.

Sancho aseguró que en los últimos tiempos se han marchado muchos compañeros «porque existe el tema del catalán», a lo que se añade el problema de la vivienda o el elevado coste de la vida en la isla. «¿Quién quiere venir a trabajar a Ibiza?», insistió.

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«El hospital se hizo más grande, pero no en relación al número de personas que viven en Ibiza. Al producirse un pico de gripe, se satura, no hay capacidad y ahí viene el colapso», aseguró también ayer.
Sancho rechazó que la falta de camas en determinadas plantas de Can Misses se deba a una presión hospitalaria puntual «porque llevamos dos meses así».

Según reiteró, la insuficiente plantilla de TCAEs en un turno de Urgencias, con cuatro o cinco efectivos por turno, hace imposible dar una buena asistencia.

Esta profesional aprovechó para pedir que se regularice el tema de la vivienda con el objetivo de que puedan venir a trabajar a Ibiza compañeros de profesión. «Si no esto se nos está yendo de las manos», concluyó.

El de Sonia Sancho es un testimonio que se suma a otros conocidos en los últimos días. «Si ahora estamos así, miedo nos da pensar en cómo será el verano. El hospital está en cuidados intensivos», lamentó el pasado miércoles Rosa Planells, de USAE Baleares. Según denunció, el personal en las Urgencias está «quemado» y «emocionalmente ya no puede más». «Si Salud no se plantea algo urgente para Ibiza, mal iremos porque no veo un buen futuro para esta temporada», insistió también.
Otro técnico en cuidados de enfermería que prefirió preservar su identidad lamentó que en las Urgencias ha habido gente de más de 80 años esperando hasta tres días para subir a una habitación.

«Lo que dicen que hay personal a pie de cama no es cierto. Los pacientes que esperan cama son cuidados por el personal de Urgencias y estamos desbordados. Somos cuatro técnicos por turno para atender a un montón de pacientes y es imposible. Hay gente que nos ve y nos anima, pero otra acaba insultándonos y diciéndonos de todo», lamentó esta profesional. Según explicó, con este panorama, en ocasiones no saben el nombre del enfermo ni de qué dolencia se le está tratando. «No puedes dedicarles el tiempo que necesitan. Es una situación triste y no se puede trabajar así», insistió.