Patricia Guasp durante su entrevista con Periódico de Ibiza y Formentera. | Arguiñe Escandón

Patricia Guasp (Palma, 1977), candidata de Ciudadanos a la presidencia del Govern balear es, a la vez, líder del partido a nivel nacional, junto con Adrián Vázquez. Tiene por delante la difícil misión de revivir un partido que lleva tiempo cosechando derrotas electorales. Ni siquiera en Cataluña, comunidad en la que nació para hacer frente al separatismo, la formación naranja logra remontar. Sin embargo, la refundación promovida por Inés Arrimadas ha hecho que muchos vuelvan de nuevo la vista hacia un Ciudadanos asentado en el centro político liberal y que tira de sensatez en medio de una crisis de la que no se vislumbra el final.

Guasp tiene claro que Ibiza necesita recetas diferentes a las que han aplicado la socialista Francina Armengol y sus socios. Y defiende que el Govern no puede seguir fomentando la desigualdad entre las islas. Y menos en cuestiones tan delicadas como la vivienda o la sanidad.

—Candidata de Ciudadanos a la presidencia del Govern. ¿Cómo afronta este reto en un contexto en el que las expectativas para su partido no son precisamente buenas?

—Yo encabezo este proyecto tanto a nivel balear como nacional y creo que los españoles merecen un proyecto de centro liberal y que las mayorías y los gobiernos se conformen desde el centro hacia los lados y no como estamos viendo ahora, que es al revés. No se pueden conformar mayorías desde los extremos con el PSOE o el PP. Los ciudadanos van a ver que los que proponemos un cambio real somos nosotros. Los baleares van a ver en Ciudadanos ese partido que va a llevar la modernidad, la apertura y que, sobre todo, será capaz de poner freno a las políticas de prohibición y limitación. El Govern de Francina Armengol con los nacionalistas no puede seguir en Baleares porque nos están lastrando. Y el recambio del PP tampoco es ilusionante y lo estamos viendo en las encuestas.

—¿Qué diferencia al nuevo Ciudadanos del anterior?

—El nuevo Ciudadanos quiere hablarle de tú a tú a los votantes, los de Baleares y los de España. Y decirles la verdad absoluta. El sistema sanitario, por ejemplo, no funciona y hay que hacer una reforma y una revolución sanitaria para garantizar la igualdad de todos los españoles. Los baleares no podemos ser ciudadanos de segunda o, en el caso de Ibiza, de tercera. Hay desigualdad territorial entre las propias islas. La situación es muy difícil. Nosotros queremos resolver problemas reales. El legado de Ciudadanos sigue estando intacto pero estamos poniendo sobre la mesa los problemas reales de 2023 con soluciones reales. Nosotros queremos defender con valentía y firmeza todas las reformas que necesita nuestro país.

—Ustedes han llegado a varios acuerdos con Francina Armengol esta legislatura, sobre todo relacionados con la gestión de la pandemia. ¿Está satisfecha con el resultado?

—Yo me he reunido hoy (por el jueves) con la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera y con la Federación Hotelera. A ellos les hemos ayudado durante la pandemia al moderar a este gobierno. Sobre todo las políticas intervencionistas de Podemos y de Més x Mallorca. Aquí no los sufrís pero están en el Govern. Y estas entidades nos han dado las gracias. Que nos den las gracias los ciudadanos por iniciativas como los bonos del comercio, hace que yo esté satisfecha. Nosotros no decimos que no a todo como hace el PP. Para mí lo más importante es el interés general y, al llegar a casa, mirar a mis hijos y poder decir que he trabajado por los intereses de los baleares.

—Usted tiene un gran conocimiento de la UE. A mí me llama la atención la gestión que se está haciendo de los fondos Next Generation. Tenían que llegar a los ciudadanos pero han acabado siendo una nueva fuente de financiación de las administraciones. ¿Cuál es su visión sobre este asunto?

—Pienso como usted. Ha sido una oportunidad histórica tirada a la basura. Sobre todo por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y luego por el Govern. Se está invirtiendo en proyectos que ya estaban en un cajón. Los Next Generation no eran para esto. Se llegó a un acuerdo en el Parlamento europeo, y Ciudadanos lo impulsó mucho, para transformar nuestra economía. Que fuera más competitiva, más sostenible y, sobre todo, que el dinero llegara a pymes, autónomos y al sector productivo. Y esto no está sucediendo. Yo advertí de esto hace un año en el Parlament, que esto no podía ser otro Plan E de Zapatero, que solo sirvió para generar una burbuja. Hay que pensar a medio y largo plazo y estos fondos eran para eso. Es verdad que también tenían que servir para modernizar las administraciones. Pero ni siquiera en eso están funcionando. Solo está funcionando lo que tiene que ver con el tema energético. Nosotros queríamos un PERTE de turismo para modernizar las zonas maduras de toda España y no se ha hecho.

—Pero Baleares tiene una conselleria específica para esto y ayuntamientos como el de Ibiza tienen su propia concejalía de fondos europeos. Sin embargo, cuando preguntas, nadie sabe lo que se está haciendo.

—Es así. Nosotros hemos insistido mucho en el Parlament porque el dinero no se está repartiendo. Además, se está haciendo inversión pública a nivel autonómico pero, en el caso de Ibiza, apenas llega nada. Es más, en Mallorca se financiará con estos fondos el proyecto estrella del tranvía. Yo pido que el dinero llegue al sector empresarial, a las pymes y a los autónomos de todas las islas. A nivel nacional, Ciudadanos pidió una oficina específica para esta gestión pero no salió adelante porque Vox votó a favor de Pedro Sánchez.

—Vox tiene unos vaivenes un poco extraños a veces.

—Sí, ellos hacen política espectáculo. En Baleares no participaron en el debate sobre la nueva ley educativa. Yo intenté hasta el último momento que el castellano siguiera siendo lengua vehicular junto al catalán o las modalidades lingüísticas insulares. Pero Vox prefiere una política de confrontación, sin hacer propuestas ni enmiendas.

—Ustedes también cambian. En diciembre, por ejemplo, apoyaban la moción de censura de Vox y ahora, con usted y Adrián Vázquez al frente de Ciudadanos, dicen todo lo contrario. ¿Por qué?

—Es que esta moción solo hace el juego a Sánchez. Se va a lucir y va a utilizar a Vox como espantajo. Yo no lo utilizaría ni en positivo ni en negativo, que es lo que están haciendo tanto el PSOE como el PP. Aquí vemos a Armengol haciendo lo mismo cuando dice «cuidado, que viene la extrema derecha». Pero es para mantenerse en el poder. Y al PSOE esta moción le viene bien. Yo ya dije que votaremos en contra y que no iré al Congreso. Me parece todo un esperpento. En la calle la gente no habla de esto. Se habla de cómo llegar a final de mes o de cómo pagar la hipoteca. Lo veo en mi entorno. Nosotros queremos poner el foco en las familias, en las clases oprimidas, no participar en este circo.

—Ibiza ha sido la isla apestada durante la legislatura para el Govern de Armengol. Nuestro problema más grave es el de la vivienda y la conselleria que dirige Josep Marí Ribas Agustinet solo ha hecho 87 pisos de protección oficial en ocho años. ¿Cuál es la receta de Ciudadanos para este problema?

—Nosotros hemos llevado tres veces al Parlament un plan de choque con 10 medidas sensatas y viables. Pero el Govern y los partidos que le dan soporte nos lo han rechazado. Prefieren pasar el rodillo y medidas intervencionistas como limitar el precio del alquiler o prohibir comprar viviendas a los ciudadanos de la UE. Son medidas que no solucionan el problema. Para mí es una prioridad, como lo es para los jóvenes y los no tan ´jóvenes. Afecta sobre todo a Ibiza y a Palma. Y es una preocupación real e inmediata. Nosotros proponíamos un préstamo a interés 0 para jóvenes de hasta 35 años. Eliminar el impuesto de transmisiones en primera vivienda. Colaboración con el sector privado para que puedan construir a precios asequibles y que destinen una parte de esa construcción a alquiler. Y vivienda social, que es importantísima. 87 viviendas de protección en ocho años no es aceptable. Estamos mucho peor que hace ocho años. Los datos son dramáticos. Tenemos la vivienda más cara de España, por encima de Madrid. Es inasumible.

—Se ha normalizado lo de alquilar una habitación para gente de 40 o 50 años.

—Cierto. Nosotros acabamos de presentar una campaña alertando sobre la desolación que tenemos en España. No hay oportunidades ni futuro. Yo no quiero este futuro para mis hijos, que no puedan comprar una vivienda, que tengan un trabajo precario o que tengan que irse fuera… Pero, volviendo a la vivienda, nosotros hemos pedido que el 60% de las VPO se destine a jóvenes de menos de 35 años pero hasta Podemos nos lo ha denegado. También consideramos que hay que abaratar las trabas burocráticas y hay que agilizar las licencias. Hay que mirar, además, de cambiar las densidades para hacer pisos más pequeños y no consumir suelo. Y también queremos que los propietarios tengan avales e incentivos fiscales para poder alquilar con seguridad y que les compense. Nosotros planteamos propuestas pero no nos las aceptan.