El Rey Felipe VI asiste este miércoles en Ibiza al ejercicio 'Eagle Eye 23-01' de las Fuerzas Armadas. | Paco S. Pérez

Visita real y fugaz. Aeropuerto de es Codolar. Miércoles, 12.00 horas. Un Falcon 900 del Ala 45 del Ejército del Aire toma tierra en Ibiza. La programación se cumple marcialmente. En la aeronave viaja el rey Felipe VI, que aterrizó en la isla para asistir a las maniobras ‘Eagle Eye-23-01’, un ejercicio militar que se desarrolla esta semana en diferentes puntos de las Baleares con la participación de efectivos del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y el Espacio.

Tras el protocolario recibimiento a pie de pista, Felipe VI y el resto de mandos dirigieron sus pasos hacia la zona de las instalaciones aeroportuarias donde se ubicó el Puesto de Mando de la Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) del Ejército de Tierra, unidad que ha desplegado unos 300 efectivos en Ibiza con motivo del ejercicio militar.

El ‘timing’ se siguió cumpliendo con paso firme hasta llegar al primer punto de revista. Metros antes del Puesto de Mando el operativo había desplegado los primeros elementos del denominado ‘núcleo de fuego’: una unidad del sistema misil Mistral del Regimiento de Artillería 71 con base en Madrid; en otro flanco una impactante lanzadera MTM23 de misiles Hawk del Regimiento de Artillería 74 (Sevilla).

El jefe del Estado y mando supremo de las Fuerzas Armadas visitó el Puesto de Mando desplegado por la UDAA acompañado por el responsable de la unidad, el teniente coronel Fernando García- Reparaz Pardo de Santayana.

A la salida del ‘briefing’, un estruendo anunciaba las pasadas de un par de cazas F-18 del Ala 12 de la base de Torrejón, unidades que forman parte del ejercicio en el que participan en torno a 2.000 efectivos.

El recorrido se cerraba con un rápido desplazamiento al punto donde se habían ubicado los sistemas 35/90 Skyguard y sistema NASAMS del Regimiento de Artillería 73 (Cartagena). En este punto el rey Felipe VI se interesó por el puesto del apuntador óptico. Este sistema dispone de un radar y un equipo óptico de cámara que es capaz de detectar, identificar y neutralizar un dron en un radio de cinco kilómetros.

El mando supremo se despidió de la comitiva y un coche le trasladó nuevamente a pista para subirse a un helicóptero Puma que le trasladó a la fragata F-105 Cristóbal Colón de la Armada, embarcación que participa en el ejercicio en aguas de Ibiza.

El ejercicio ‘Eagle Eye 23-01’ tiene por objetivo entrenar las capacidades de vigilancia y defensa aérea permanentes en el territorio nacional por parte de las Fuerzas Armadas.