Soledad Dotres y su hija Pilar Pietro han celebrado el centenario con mucha alegría. | ARGUI ESCANDON

Soledad Dotres Baró ha cumplido este jueves 100 años con una salud de hierro y una energía envidiable. La veterana vecina de Vila ha celebrado su centenario junto a su familia y amigos, quienes se acercaron hasta su vivienda con numerosos detalles en forma de flaó, como el que le preparó su sobrina Juana, o los buñuelos que cocinó su nuera, Rita Planells. Tampoco faltó la tarta de cumpleaños que, tal como apuntaba la misma Soledad, «es de Can Vadell, que también tiene 100 años como yo». Sobre la fórmula para lograr conservar la alegría y vitalidad que desborda, Soledad lo tiene clarísimo: «¡La salud es la mayor riqueza!»

Soledad nació en Barcelona y recién nacida la trajeron a Ibiza para que un matrimonio de Jesús, Joana Roig y Joan Costa de Can Pouas, la cuidara y amamantara durante sus primeros siete años de vida. Joana era una de las conocidas como ‘didas’, que a principios del siglo XX cuidaron y amamantaron a numerosos niños y niñas huérfanos o con familias disfuncionales de la Península.
Una familia de mayorales, que tenían más hijos y que pasados esos siete años «se encariñó tanto de ella que acabaron por adoptarla», explicó su hija, Isabel Prieto, quien apuntó que «siempre la trataron como a una hija más, sin ninguna diferencia respecto al resto».

Durante la Guerra conoció a Pedro Prieto, quien sería su marido, que era sastre en la sastrería d’es Puig y que fue el padre de Pedro e Isabel, sus hijos. En la actualidad, Soledad cuenta, además, con dos nietos, Pere y Joan y dos biznietos, Clara y Martí, con quien celebró su centenario rodeada de alegría, pero sobre todo de muchísimo amor. ¡Muchas felicidades, Soledad!