Imagen de archivo de un atasco en un barrio de Vila.

El Departamento de Transportes del Consell Insular de Ibiza ya ha dado los primeros pasos para definir zonas de bajas emisiones (ZBE) en la isla y cuenta con un primer estudio que establece, principalmente, que las medidas tienen que ir más allá de la mera restricción de vehículos según su potencial contaminante y se tiene que apostar por fomentar alternativas al coche privado.

«La diagnosis, encargada por el Departamento de Transportes a la empresa GEA 21, SL, pone énfasis en la necesidad del cambio modal y que éste sea el objetivo prioritario de la Zona de Bajas Emisiones de la isla de Ibiza», ha valorado este sábado Javier Torres, vicepresidente segundo y conseller de Transportes del Consell, en un comunicado.

Torres apunta además que el estudio aconseja las restricciones de vehículos siempre que se ejecuten otras medidas paralelas encaminadas a hacer efectivo ese cambio modal y a mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático.

Una de las iniciativas más importantes en las que se está trabajando en estos momentos es la limitación de entrada de vehículos en Ibiza, según ha recordado Torres. También se prevé la instalación de sensores ambientales y acústicos para medir las emisiones y la efectividad de las actuaciones que se lleven a cabo e informar de diferentes parámetros, como los niveles de dióxido de carbono, en tiempo real a través de una APP.

Torres ha subrayado la necesidad de acompañar la definición de las ZBE con mejoras en la red de transporte público, algo en lo que, afirma, su departamento «trabaja desde el inicio de la legislatura». También ha recalcado que, pese a problemas como la pandemia o la situación jurídica de los contratos de transportes, los usuarios de transporte público se han incrementado un 25% respecto al periodo previo al coronavirus.