Marta a las puertas de Can Misses. | Arguiñe Escandón

La situación de emergencia en el servicio de Oncología de Can Misses debido a la falta de especialistas lleva generando desde hace meses que los pacientes vivan retrasos en las citas médicas, en las revisiones de cáncer, en los tratamientos y en el diagnóstico. Un déficit de facultativos que, según la paciente oncológica Marta Fajardo, también merma en ocasiones la atención sanitaria. En este sentido, esta usuaria señala que, después de estar un hora y media en la sala de espera, la especialista la llamó para que pasara a consulta e informarle de los resultados de una analítica.

No obstante, según esta paciente, sólo estuvo en consulta 45 segundos. «Tuve una cita con la oncóloga algo complicada que sólo duró 45 segundos. Me dio los resultados de una analítica y me dijo que todo estaba bien, pero que tenía que seguir con la quimioterapia oral. Es lo único que me dijo, ya no me preguntó nada más sobre mi proceso», recuerda Marta con indignación. Tras la consulta, esta paciente solicitó un cambio de oncólogo en Can Misses. Ahora desde la distancia puntualiza que no fue responsabilidad de esta especialista sino de la situación de déficit crónico que vive este servicio. «Ese día solo había dos oncólogas y nos estaban atendiendo muy rápido para poder llegar a todos los pacientes que estaban en la sala de espera», apunta Marta sin ocultar que, cuando tuvo esa consulta apresurada y superficial, se sintió como un número de expediente más.

Baile de facultativos

Es por eso que nada más salir de aquel consultorio decidió cambiar de facultativo. Una decisión que no tuvo el destino deseado puesto que desde entonces Marta Fajardo ha ido alternando diferentes oncólogos de Palma. «Primero me vio un facultativo de Son Espases, pero al poco tiempo dejó de venir a Ibiza. Luego empezó a atenderme otro de Palma, pero estuve pocos meses con él», subraya haciendo hincapié en que, después de tanta variación, por fin le asignaron en octubre de 2022 uno de los dos especialistas fijos de Can Misses, la oncóloga Iglesias.

No obstante, Marta explica que las listas de espera eran tan largas que esta facultativa siempre estaba «muy ocupada». Un baile de especialistas que no terminó ahí puesto que durante los dos meses que la doctora Iglesias ha estado de baja, Marta ha tenido consulta con otro facultativo de Son Espases. «Desde que en 2021 se fuera de Ibiza mi oncólogo fijo, en 18 meses he visto a cinco especialistas diferentes», señala esta mujer a Periódico de Ibiza y Formentera. Sin embargo, pese a todo, dice sentirse «afortunada» porque no todos los pacientes pueden tener un oncólogo fijo en Can Misses. «Sólo espero que la doctora Iglesias no se vaya de aquí», indica con desconfianza.

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Disponer de un facultativo fijo es un derecho que para los pacientes es vital para seguir su proceso de recuperación en Ibiza. En esta misma línea, Marta explica que no entiende por qué no se destina el dinero que Salud invierte en los desplazamientos de los médicos de Palma, alrededor de 1.000 euros a la semana apunta esta paciente, a facilitar la ayuda del 50% del alquiler para aquellos especialistas que quieran estabilizarse en la isla. «Estaba cansada de tener que explicar a cada uno de los oncólogos mi historia clínica y mi proceso. Es un desgaste» explica esta mujer, que también es enfermera en el Hospital Residencia Asistida Cas Serres.

El cáncer reaparece

Durante esta charla, Marta Fajardo relata que esta semana ha tenido en Palma una cita para realizarle una nueva reconstrucción mamaria, puesto que tuvo cáncer de mama en 2003. «Hace 20 años tuve mi primer tumor y desde entonces he estado realizando controles para asegurarme de que el cáncer no regresara», subraya. No fue hasta 2021 cuando a esta paciente le diagnosticaron metástasis óseas en el esternón a través de una biopsia de hueso.

«Estoy bien. Soy una persona muy positiva y luchadora», explica Marta resaltando que, aunque la quimioterapia oral que debe tomar de por vida tiene muchos efectos secundarios que la debilitan, siempre asistirá a las diferentes protestas que se convoquen frente a Can Misses. Una fuerza que no sería tan sólida si no fuera por el apoyo de sus dos hijos. «Ellos me ayudan, son mi pilar aquí porque estamos solos los tres y sin ellos no podría tener esta fortaleza», apunta esta paciente destacando que la parte psicológica es la más importante durante el proceso. «Yo voy al psicólogo una vez al mes. Es necesario para poder sobrellevar toda esta situación», puntualiza.

También intenta ser positiva señalando que, por lo menos, los usuarios que están en pleno proceso oncológico tienen citas calificadas de preferentes. Esto significa que son atendidos en la mitad de tiempo que el resto de los pacientes. «Pedí cita el 14 de marzo para que me hicieran un TAC y me han llamado esta semana. Sin embargo, sigo esperando desde el 16 de enero que me llamen para realizarme una prueba radiológica», destaca Marta resaltando que no siempre se cumplen estas citas preferentes.