La gran mayoría de policías nacionales y guardias civiles no quiere trabajar en Baleares y, especialmente, en Ibiza y Formentera. El alto coste de vida y, especialmente, los desorbitados precios de los alquileres de viviendas están poniendo en serio peligro los servicios y buen funcionamiento de las instituciones de cara al ciudadano. «Baleares se ha convertido en la comunidad autónoma más cara de España. Ningún policía o guardia quiere venir destinado a un lugar donde sabe que se va a dejar entre el 70 y el 80 por ciento de su sueldo en un alquiler.

Además, en muchos casos no les queda más remedio que compartir vivienda. Los que vienen obligados, en cuanto pueden, se marchan», comenta José Gregorio Barajas, portavoz de Unión de Guardias Civiles y de la plataforma Insularidad Digna. «La falta de funcionarios del Estado se traduce en una peor calidad del servicio a los ciudadanos», apunta David Pola, portavoz del CEP de la Policía Nacional.

Los cuerpos policiales alertan que de no revertir esta situación las Baleares están al borde del colapso. «No es normal tener a policías o guardias durmiendo en coches, furgonetas, pisos patera, garajes y hasta en balcones por falta de vivienda», añaden desde Insularidad Digna. Pero la problemática también se extiende a otros sectores. «En las islas no tenemos vigilantes y este verano muchos servicios se van a quedar totalmente descubiertos. Nadie quiere venir a Mallorca», comenta Inés Ybarra, presidenta del sector. Por su parte, la falta de socorristas también pone en serio peligro la apertura de piscinas o instalaciones acuáticas.