Patricia Rodríguez, una de las matronas de Atención Primaria del centro de salud de Sant Josep. | Daniel Espinosa

La paciente Medijana está tumbada en la camilla, cubierta con una sábana, mientras su matrona le realiza las maniobras de Leopold para conocer la postura de Michelle. «Estamos en la semana 25 y, de momento, todo va muy bien. Sería nuestra segunda hija», explica Mateo, pareja de Medijana. La consulta termina y ambas mujeres se despiden con un gesto que denota mucha confianza entre ellas.

El tono de la matrona es dulce y cercano al despedirse. «Estamos muy contentos con ella», apunta Mateo minutos antes de abandonar la consulta junto a su mujer. Sin duda, la relación entre la comadrona y la futura mamá «tiene que basarse en la confianza, puesto que es la persona encargada de seguir más de cerca el embarazo, pero también el postparto».

La pareja abandona la consulta y Patricia Rodríguez, una de las matronas de Atención Primaria del centro de salud de Sant Josep se sienta en su mesa antes de la próxima cita. «Me encanta la atención al paciente, la atención a la mujer. Los partos me gustan, pero me siento más cómoda en Atención Primaria porque conoces a la futura mamá desde el principio. Este seguimiento continuo establece una relación de confianza entre nosotras que es imposible de conseguir en tres citas hospitalarias», señala esta mujer puntualizando que las matronas y matrones de los centros de salud también pueden asistir partos en el Hospital Can Misses.

Medijana, ayer, en el centro de salud de Sant Josep para conocer la salud de su hija Michelle.
Foto: Daniel Espinosa.

Una labor que, según esta matrona, tan sólo representa una mínima parte de las funciones que tienen estas profesionales. En este sentido, Patricia reconoce que, debido al desconocimiento de los usuarios, «los recursos que ofrecen las matronas de Primaria están infrautilizados». «Las personas creen que sólo nos ocupamos del embarazo y esta función sólo es una parte de nuestro trabajo», explica esta profesional reivindicando el papel y el reconocimiento de las matronas en los centros sanitarios.

Un papel fundamental

En esta misma línea, Patricia Rodríguez subraya que las matronas de Atención Primaria, además de acompañar a las mujeres en todas las etapas de su ciclo sexual y reproductivo, también llevan a cabo una atención preconcepcional para prevenir factores de riesgo y optimizar relaciones. «Cuando vienen les hacemos una citología, les preguntamos por los métodos anticonceptivos que utilizan y les ofrecemos una visita preconcepcional. Durante esta consulta les hacemos una historia clínica y vemos si tienen factores de riesgo», indica esta comadrona alicantina afincada en Ibiza desde hace dos años. Entre estos factores está la incidencia del síndrome de Down.

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Según esta enfermera, no sólo interviene la edad avanzada de la madre en el momento de la concepción, también influye mucho la edad del padre. En esta misma línea, señala que las parejas retrasan cada vez la maternidad y lo hacen por la falta de estabilidad económica. «La edad reproductiva óptima es una y la edad social otra. Estamos desfasados», subraya Patricia Rodríguez.

Este retraso también ha provocado un aumento en los tratamientos de reproducción asistida debido, entre otros motivos, a los trastornos que influyen en la fertilidad de la pareja. «Estos tratamientos también son muy utilizados por mujeres sin pareja y pareja de mujeres», puntualizó esta profesional resaltando que estos procedimientos, al igual que las interrupciones voluntarias del embarazo, se derivan al Servicio de Ginecología y Obstetricia y, desde ese momento, ambas áreas están coordinadas en el seguimiento de la paciente.

Charlas de sexualidad

A todas estas funciones también hay que sumar, según esta profesional, las pautas en la menopausia, las pruebas de cribado de cáncer de cuello de útero, los exámenes que detectan la vaginosis bacteriana e incluso imparten charlas de sexualidad en los institutos de la isla. En este sentido, puntualiza que si los pacientes tuvieran conocimiento de todas las funciones que desempeñan las comadronas podrían agilizar sus consultas médicas. Además, quiso dejar claro la diferencia entre matrona y ginecólogo insistiendo en el acompañamiento integral que hacen estas profesionales a la madre durante todo el proceso del embarazo y postparto. Sin ir más lejos, enfrente de su consulta está la sala de preparación al parto, aunque estas profesionales prefieren llamarla sala de preparación a la maternidad. «La meta para todas las mujeres embarazadas es el parto. La lactancia y la crianza están lejos para ellas, pero tienen que ir familiarizándose con estos procesos y en esta sala les ofrecemos toda la información posible», puntualiza esta profesional destacando que en Ibiza se respeta exponencialmente la fisiología y el parto natural.

En este sentido, desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera señalan que la isla está por debajo de la tasa de cesáreas nacional en la sanidad pública. Explican que mientras que los nacimientos siguen aumentando con 1.041 partos el año pasado, 998 en Can Misses y 43 en Formentera, la tasa de cesáreas ha caído hasta el 15,2% en Can Misses y el 13,95% en Formentera.

No obstante, mientras que los partos aumentan en la isla, está disminuyendo el porcentaje de comadronas en el país y, según esta sanitaria, no hay reemplazo generacional previsto. De momento esta falta de especialistas en la salud sexual y reproductiva se observa en los meses de verano en Ibiza, pero con la jubilación de las matronas veteranas se prevé que aumente. Por el momento, según Asef, actualmente se cumple la ratio de comadronas, puesto que en el Área de Salud trabajan 40 matronas, 27 de ellas en Can Misses, 10 en centros de salud y 3 en Formentera.