Rafa Ruiz, tras conocer los resultados electorales. | ARGUI ESCANDON

Entre 1999 y 2007 el PSOE concurrió a las elecciones en la ciudad de Ibiza bajo el nombre de Pacte Progressista y en coalición con otras formaciones de la izquierda. Una fórmula que no permite conocer cuál era entonces el respaldo real de los socialistas en la capital ibicenca. Es en 2011 cuando el partido recupera sus siglas y concurre a aquellos comicios con Lourdes Costa al frente, que había sido alcaldesa en la anterior legislatura.

En ese momento, los socialistas pierden frente al PP, liderado por Marienna Sánchez Jáuregui. El PSOE obtuvo entonces 4.896 votos, ocho concejales y un respaldo del 32,68% del electorado. El PP, por su parte, logró 11 ediles, 6.759 votos y el apoyo del 45,11% de los votantes.

Cuatro años más tarde, en 2015, los socialistas obtienen 4.325 votos, que se tradujeron en ocho concejales con un respaldo del 28,35% del electorado. Con respecto a 2011, el PSOE había perdido 571 votos. El PP logró el mismo numero de ediles con más votos que el PSOE, 4.690 (31,26%). No obstante, se había dejado por el camino 2.569 votos con respecto a los obtenidos cuatro años antes. Es Guanyem el que, con cuatro concejales y 2.458 votos (16,38%), ayuda a Rafa Ruiz a convertirse por primera vez en alcalde de Ibiza gracias a un pacto postelectoral. En aquella legislatura, el EPIC de Toni Villalonga logró un concejal, con 1.002 votos (6,68%).

En 2019, Ruiz logra remontar los resultados del socialismo vilero. Consigue nueve concejales con 5.039 votos, pero no logra mayoría suficiente para gobernar. Pacta con los dos concejales obtenidos por Unidas Podemos, partido al que habían votado 1.591 personas. El PP, por su parte, logra 4.513 votos, 77 menos que en 2015, y ocho ediles. Ciudadanos entra por primera vez en el Ayuntamiento con dos concejales gracias al voto de 1.461 electores.

En las elecciones celebradas este domingo, el PSOE de Rafa Ruiz ha logrado solo 3.879 votos, lo que se traduce en siete concejales, dos menos de los que obtuvo en 2019. El respaldo electoral, en su caso, ha sido del 24,76%. El aún alcalde ha perdido nada menos que 1.160 votos con respecto a 2019, año en el que obtuvo sus mejores resultados. Ruiz, además, ha sacado ahora peores números que los logrados por el PSOE en 2011, cuando los socialistas perdieron las elecciones frente al PP. Nada menos que 1.017 votos menos que los obtenidos en aquel momento.

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El PP de Rafa Triguero, por su parte, ha conseguido este domingo 15 concejales, con 7.448 votos y el respaldo del 47,55% de los electores. Unos resultados nunca vistos por los populares desde 2011. En aquella legislatura se hicieron con el gobierno municipal con 6.759 votos y 11 ediles. En 2015 bajaron hasta los 4.690 votos y ocho concejales. Y en 2019, aunque lograron el mismo número de escaños, siguiendo cayendo en votos hasta los 4.513.

Con respecto a 2011, el PP ha logrado ahora 689 votos más que entonces. Y, si se compara con 2019, la subida es aun mayor pues Triguero ha logrado 2.935 votos más que en aquel momento.

En cuanto al resto de partidos, llama la atención la debacle de Ciudadanos, que en 2019 obtuvo dos concejales con 1.461 votos mientras que ahora ha quedado fuera de la Corporación municipal al lograr únicamente 255. Notable es también el descenso experimentado por Unidas Podemos. La formación morada ha logrado salvar un concejal pero ha pasado de los 1.591 votos obtenidos en 2019 a tan solo 858 cuatro años más tarde.

Situación muy diferente ha sido la experimentada por Vox, que con el mismo candidato, Héctor Delgado, logró en 2019 696 votos, quedando fuera del Ayuntamiento, y ahora ha obtenido dos concejales al ser la papeleta escogida por 1.375 electores.

Existían ciertas previsiones que, por otro lado, daban a Toni Villalonga uno o dos concejales. Sin embargo, EPIC-El Pi ha vuelto a quedarse fuera del Ayuntamiento al obtener solo el 3,67% de los votos emitidos, es decir, 576. En 2015, Villalonga obtuvo el respaldo del 6,68% del electorado y con 1.002 votos logró un concejal. Si en este 2023 hubiera aceptado la oferta de coalición del Per Balears de Toni Roldán sería probable que hubiera logrado alguna representación municipal.

Finalmente, la abstención en Vila ha sido muy elevada, pues solo ha votado el 48,27% de los ciudadanos que estaban llamados a las urnas. Es decir, de los 32.209 convocados solo fueron a votar 15.887. Un dato a tener en cuenta porque demuestra que la desafección sobre la política es cada vez mayor en la ciudad. En 2019, el censo electoral estaba formado por 32.644 electores, de los que solo depositaron su voto 15.565, un 47,68%.