Avión CR1000 que utiliza la compañía Air Nostrum. | ARCHIVO

La compañía Iberia Regional Air Nostrum, filial regional del grupo IAG, ha registrado un fin de semana caótico en los los vuelos interislas y con la Península, ya que la aerolínea se vió obligada a cancelar ocho vuelos el sábado y 11 en la jornada del domingo pasado. Este lunes día 5, ya acumula dos vuelos cancelados más. El número de pasajeros afectados por estas cancelaciones, entre el sábado y el lunes, supera los 1.500. La compañía, con sede en Valencia, puntualiza que el haber tenido parados dos aviones «por razones técnicas, es lo que propició que el domingo se registrarán 11 cancelaciones y retrasos en el resto de vuelos».

La aerolínea, por este condicionante técnico, tuvo que reprogramar todos los vuelos del fin de semana en las rutas Palma-Maó, Palma-Eivissa y Palma-Valencia. Los aviones que se quedaron en tierra por «razones técnicas» fueron un CRJ -1000 y un ATR 72-. Desde la sede valenciana de la compañía indicaron que el conflicto laboral con el sindicato de pilotos del SEPLA «no tiene nada que ver con las cancelaciones». Sin embargo, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) anunció la pasada semana que la huelga indefinida convocada en Air Nostrum se amplía a todos los días de la semana, en lugar de las dos jornadas semanales (lunes y viernes) que estaban establecidas hasta ahora.

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La huelga indefinida diaria comenzará este martes y ahora el Ministerio de Transportes deberá establecer unos servicios mínimos que la compañía espera que «sean lo menos perjudiciales posible para los pasajeros», ha precisado por su parte Air Nostrum, que lamenta «la nueva y radicalizada convocatoria». Sepla ha afirmado que «el inmovilismo» de la aerolínea en las negociaciones del convenio colectivo «le ha empujado a dar este difícil paso». En un comunicado, ha criticado que «la dirección empresarial ha rehusado buscar una solución al conflicto laboral, rechazando las legítimas reivindicaciones laborales y salariales de los trabajadores» durante los últimos siete meses.

El sindicato ha criticado que «la actitud obstruccionista» de la aerolínea se ha traducido en una «programación mínima» de reuniones entre la empresa y los trabajadores. Además, ha denunciado que «la imposición abusiva» de los servicios mínimos por parte del Gobierno central ha supuesto una «desnaturalización del derecho a la huelga, al provocar que no despliegue ningún efecto».