Aparcar en el parking del hospital Can Misses es toda una odisea. | ARGUI ESCANDON

Desde que el parking de Can Misses se convirtiera en un estacionamiento gratuito en 2019, encontrar una plaza de aparcamiento se ha convertido en una «auténtica odisea» para los pacientes y usuarios del hospital durante todo el año debido a una masificación de vehículos de fuera estacionados. Si a esto le sumas que recientemente una empresa especializada en el alquiler de vehículos de lujo ha utilizado este aparcamiento público como garaje, para diez de sus vehículos de alta gama durante varios días, la situación se ha convertido en un «despropósito brutal».


Así califica un trabajador de Can Misses este problema de aparcamiento que padecen los pacientes y usuarios desde que se convirtió en un espacio público. «Estos coches de lujo llevan varios días ocupando plazas destinadas a la gente que viene a trabajar o a las personas que vienen a una consulta», explicó este hombre denunciando la presencia, durante toda la semana, de algunos coches Mustang o Mercedes estacionados en dichas plazas. Una situación que, según este trabajador, se solucionaría con la implantación de un programa de control que garantice el buen uso de las instalaciones, ya que los usuarios defienden que este parking sea gratuito para quienes tengan que ir al hospital, pero de pago para todos los demás, como se hace en otros estacionamientos de la isla como son los aparcamientos del Cetis y en la zona del Mercat Nou.


Vigilancia
Por su parte, desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera señalaron ayer que fue precisamente el servicio de seguridad del parking el que, gracias a sus rondas de vigilancia habituales por los cuatro aparcamientos de Can Misses, detectaron esta «anomalía y situación denunciable» por parte de esta empresa especializada en el alquiler de vehículos de lujo. «Mientras hacían estas rondas detectaron que había una serie de vehículos deportivos de alta gama que tenían matrículas consecutivas. Se comprobó que pertenecían a una empresa que estaba haciendo un uso indebido del parking», explicaron desde el Área de Salud e indicaron que la concesionaria Gran Hospital Can Misses, que se encarga de la gestión del parking, ha estado llevando a cabo las pautas habituales a través del departamento jurídico para valorar la posibilidad de denunciar este hecho o ponerse en contacto con la empresa para la retirada de los vehículos. En este sentido, ayer por la tarde Salud informó a este medio que la concesionaria consiguió localizar a la empresa, la cual se comprometió a retirar todos sus vehículos ayer mismo y así lo hizo, según confirmó ayer Salud a última hora de la tarde.

Asimismo, al preguntar por nuevas fórmulas para garantizar que pacientes y familiares tengan plazas aseguradas en el parking, explicaron que este espacio cuenta con un eficiente servicio de seguridad que vela por el cumplimiento del contrato actual. Además, señalaron que la concesionaria, en régimen de gratuidad, se encarga de gestionar las denuncias a los vehículos mal estacionados o que superen el plazo de aparcamiento en vía pública del Ayuntamiento de Eivissa. Además, indicaron que el Área de Salud de Ibiza y Formentera «vela para que se cumpla la vigilancia y el control de los coches que están ocupando indebidamente el parking, como ha sucedido no sólo en este caso, sino en anteriores».


Medidas insuficientes
En el día a día, además de los trabajadores, son los usuarios de Can Misses quienes sufren este problema. Entre ellos Joselo, que ayer estaba dentro de su coche, junto a su hijo, esperando a su hija en el parking. «Le están haciendo una ecografía mientras nosotros intentamos estacionar, pero es imposible», subrayó este vecino. Justo enfrente estaban los usuarios Ana María y Manuel Mendoza. Ambos se quejaron ayer de la falta de medidas efectivas para paliar esta situación. «Tendrían que implantar un sistema de pago para la gente de fuera y los pacientes y usuarios tener un ticket de parking de salida del hospital gratuito. Mira que sencillo, lo complican sin ninguna necesidad», lamentó esta mujer con indignación haciendo hincapié en que el servicio de seguridad no es suficiente para controlar todas las entradas.

También visitó ayer el centro hospitalario el paciente Emilio Barea, quien señaló que pese a no tener una minusvalía tuvo que estacionar su vehículo en una plaza para minusválidos por la falta de plazas libres. «Sólo espero que no me hayan denunciado y que no me hayan multado», puntualizó este paciente criticando esta saturación de vehículos en el parking.