Manuel Jiménez Roig nació en Ibiza en 2001, hace 22 años. | Arguiñe Escandón

Manuel Jiménez Roig (Ibiza, 2001) será el concejal más joven del equipo de Gobierno de Vila liderado por Rafa Triguero. «Yo no he conocido la peseta», dice entre risas al comenzar la entrevista. Tomará posesión del escaño el próximo día 17 y, aunque no esperaba llegar a ser regidor tan rápido, asegura estar cargado de ilusión y de ganas. A los 14 años participó en un pleno juvenil en Vila y Rafa Ruiz le dijo que tenía carisma. A los 17 decidió afiliarse al PP ante la amenaza del pancatalanismo del procés. En su familia nadie se había dedicado hasta ahora a la política activa pero, tomando el ejemplo de su madre, Jiménez sí había organizado, por ejemplo, un grupo de jóvenes para limpiar las playas del municipio mientras disfrutaba del conocimiento a través de Eivissapiens.

El nuevo concejal, con un grado superior en Paisajismo y Mundo Rural, lleva tres temporadas trabajando en un establecimiento hotelero y ahorrando «gran parte» de sus ingresos para poder independizarse «lo antes posible». Su corta edad puede llevar a sacar conclusiones precipitadas pero, al hablar con él, te das cuenta de que tiene las ideas muy claras y que, cosa extraña, no necesita consignas de partido para expresar lo que quiere.

—Es usted el concejal más joven del nuevo equipo de gobierno de Vila. ¿Pensaba tener esta responsabilidad cuando aceptó ir en la lista de Rafa Triguero?
—Yo siempre tuve en la cabeza que algún día podía ser concejal. Pero no pensaba que pudiésemos pasar tan rápidamente del blanco al negro, de estar en la oposición a gobernar con una mayoría absolutísima. Entonces, para mí fue un choque. Pero también una ilusión y un orgullo increíbles.

—¿Cómo se siente ahora?
—Pues con responsabilidad, más vigilado y, sobre todo, muy ilusionado. Tengo ganas de entrar ya y de trabajar por la ciudad.

—¿Usted a qué se dedica?
—Ahora mismo tengo un trabajo de temporada en un establecimiento hotelero y hace poco acabé de estudiar el grado superior de Paisajismo y Medio Rural. Siempre me ha encantado el mundo rural, la naturaleza, los jardines… es algo que me apasiona.

—¿Qué área del nuevo gobierno le gustaría llevar?
—De momento no se ha decidido nada. Supongo que Triguero tiene en su cabeza qué vamos a llevar cada uno pero yo no tengo ni idea de lo que haré. Sea lo que sea, lo cogeré con responsabilidad y con orgullo.

—¿Pero hay algo que le gustaría más?
—Las áreas de Hacienda o de Medio Ambiente son pesos pesados y yo aspiro a tener algo relacionado con lo mío. Pero repito, la responsabilidad que me quiera dar Triguero será bienvenida.

—Desde el punto de vista de su formación, ¿cuál es la situación de Vila?
—Las zonas verdes y los parques infantiles no están bien. Por ejemplo, el parque de la Paz tiene muchas carencias y deficiencias. Las zonas verdes están abandonadas. El ajardinamiento no existe, son malas hierbas.

—¿Cuadra esto con las nuevas tendencias de, por ejemplo, crear planes de sombras o refugios climáticos o de evitar las islas de calor?
—No tenemos nada. La gestión de Medio Ambiente que ha hecho el PSOE en estos ocho años ha sido la de no ocuparse de nada. Han querido naturalizar las zonas verdes con malas hierbas.

—Los jóvenes no están especialmente interesados en la política. ¿Qué es lo que le hizo a usted implicarse?
—A mí siempre me ha gustado ser la voz cantante y participar. He hecho muchas cosas. Por ejemplo, me apasionaba participar en el Eivissapiens. Hace cuatro años creé un grupo con un par de amigos para la limpieza de playas. Sacamos bolsas y bolsas de basura y encontramos de todo, hasta drogas. En segundo de la ESO hicimos un pleno juvenil en Vila con Rafa Ruiz. Y a mí me tocó intervenir y me gustó. Al acabar, Rafa Ruiz se acercó y me dijo que tenía carisma como político. Me lo planteé pero, la verdad, sin ninguna intención. Tenía solo 14 años. Pero me empezó a gustar y luego pasó lo de Cataluña y ahí fue cuando me decidí.

—¿Dio el paso por el procés?
—El procés y Rafa Ruiz (risas). Yo siempre me he sentido representado por el PP aunque, obviamente, uno nunca está al 100% identificado con un partido. Los partidos son como una familia. En tu casa vives con tu familia y la quieres pero hay cosas en las que discrepas. Y eso es el PP para mí.

—¿Qué hubo en el procés que le hiciera dar el paso de implicarse en la política activa?
—El que tirasen por tierra mi tierra, que dieran por hecho que las Islas Baleares son los Països Catalans. Yo soy vilero, ibicenco, balear y español, punto. No soy catalán.

—Es curioso que usted se considere balear porque es un sentimiento que pocos esgrimen.
—Sí, es verdad. Aquí eres mallorquín, ibicenco… Pero yo me siento balear.

—Dicen que los jóvenes viven en las redes sociales más tiempo que en la realidad. No sé si en su caso es así o es usted una rara avis en su entorno. Tal vez los mayores tenemos una percepción equivocada sobre ustedes.
—Creo que muchas veces a los jóvenes se les tira por tierra lo que son, lo que hacen o lo que quieren ser. Es verdad que las nuevas tecnologías son un punto muy fuerte para nosotros. Son un medio de comunicación brutal. Pero nosotros estamos más preparados que nunca. Hoy en día un joven estudia más que nunca, tiene que pagar más que nunca para esto. Pero se encuentra en la situación de que no pueden hacer nada. La vivienda está como está. Y yo siento que los jóvenes valemos y que tenemos que formar parte de todo.

—A los padres nos cuesta hoy en día aceptar que un hijo de solo 21 años como usted quiera independizarse ya.
—Es verdad. Pero yo, por ejemplo, llevo tres temporadas trabajando y siempre he tenido en la cabeza independizarme. Así que cada año aparto una parte enorme de mis ingresos para eso porque yo quiero independizarme lo antes posible. Y, cuanto antes me lo plantee, antes lo conseguiré.

—Creo que sí hacemos una lectura equivocada sobre los jóvenes. Para ustedes las redes sociales son como para nosotros un simple teléfono.
—Yo uso las redes a diario. Son un medio de comunicación brutal. En política, cualquier acto llega mucho más lejos con redes sociales. Las más importantes para los jóvenes son Twitter e Instagram. Y sobre todo Instagram. Ahí están todos los jóvenes. A ver, mi objetivo es el cara a cara pero piense que yo contacté con el PP por Instagram.

—Habrá quien le critique por su juventud y por su falta de experiencia. ¿Le da miedo que eso suceda?
—Con el paso del tiempo, la inocencia se pierde. Y yo me he dado ya cuenta de que, haga lo que haga, me van a criticar, tenga la edad que tenga. Así que yo tengo que seguir con mi línea, crecer profesional y personalmente y, sobre todo, empaparme de lo que va a ser el gobierno y la política. Yo voy a hacer el trabajo que se me va a pedir y no voy a pensar mucho en lo que me digan, ni voy a entrar en debates estériles en redes sociales.

—Al menos veo que con usted no se dará la endogamia tuitera que hemos visto con el gobierno de Ruiz.
—No, no (risas). Eso es buenísimo. Hablan entre ellos y se aplauden entre ellos.

—Como joven de 21 años, ¿cuál es su visión de Vila?
—Mi visión es que mi madre, mi padre, mis abuelos me hablan de una ciudad de orgullo, que era la capital de Ibiza y en la que daba igual lo que tuvieras o la lengua que hablaras porque todo el mundo era bienvenido. Era una ciudad con un patrimonio en el que había vida. En Dalt Vila había vida. Yo tengo fotos de mi bisabuela vestida de payesa allí. Y eso es algo que se ha perdido. Yo quiero una Ibiza mejor y que el día que me vaya de la política pueda decirle a mis hijos que hicimos una ciudad mejor.

—Es curioso cómo mucha gente en Ibiza quiere volver a una época que realmente no vivieron.
—Es verdad. Yo tengo nostalgia de una Ibiza que no conocí. Tiene que haber un mix. Y creo que, aunque es difícil, hay que intentarlo. Es difícil llevar vida a Dalt Vila o lograr que todos los establecimientos de La Marina estén abiertos todo el año. Pero yo quiero una ciudad en la que un autónomo no tenga que morirse pagando impuestos o en la que no tengas que ver ratas en un estanque cuando paseas con tus hijos. Quiero una ciudad en la que no tengas que ir esquivando orines ni heces. Y tengo claro que el gobierno que desbloquee el problema de la limpieza será eterno.

—¿Cómo cree que será su primer día de concejal?
—Pues será un día de hablar con funcionarios y técnicos, de ver cómo funcionan las cosas. Tenemos cuatro años para trabajar pero el tiempo pasa volando así que yo me pondré a tope desde el minuto uno.

—¿Qué le ha dicho su familia?
—Mi madre siempre me ha apoyado. Yo creo que soy igual que ella porque es muy activa. Mi padre lo ve de otra manera y siempre me ha dicho que tenga cuidado con ser un personaje público. Nadie en mi familia se había dedicado a la política aunque algunos sí estaban afiliados al PP.

—¿Y sus amigos?
—La política siempre se ve como algo de viejos. Igual que el mundo rural. Las dos cosas que más me gustan se ven como cosas de viejos (risas). El decirle a mis amigos que me voy a mi casa de campo a labrar con mi abuelo es de viejo y preocuparme por el estado de mi ciudad es lo mismo. La verdad es que me da lo mismo porque, con el tiempo, ellos han acabado formando parte de esto. Mis amigos que hace tres años pasaban de esto ahora han votado por correo, han venido a mítines, se han implicado. Un joven ve la política como algo ajeno pero cuando trabajas y pagas impuestos, cuando recibes becas o cuando tienes derecho a estudiar en una universidad pública te das cuenta de que todo eso es política.

—En general, la gente no es consciente de que la política es la que hace que tengamos o no eso.
—Cierto. Yo creo que es porque hemos nacido en democracia y con un estado de bienestar bueno. Damos por hecho que eso siempre ha sido así y nadie quiere formar parte porque piensan que es algo que no cambiará. Yo soy presidente de Nuevas Generaciones de Vila y ahora concejal y me gustaría que los jóvenes entiendan que han de implicarse. Los jóvenes tienen mucho que decir pero muchas veces no saben con quién o cuándo hablar. Y muchos jóvenes, además, son más responsables que algunos adultos. Los de Vila no queremos irnos en Navidad a Sant Antoni para pasarlo bien ni a Santa Eulària para saber lo que es una ciudad limpia.

—Vila no ofrece muchas alternativas a los jóvenes.
—No pero nos vamos a poner manos a la obra y las vamos a ofrecer.

—Dígame, por favor, que se harán conciertos que no sean solo de jazz.
—Pep Tur sale del gobierno (risas). La verdad es que a mí me da envidia cuando veo el concurso de arroz de matanzas en Sant Antoni y no cabe un alma. En Ibiza no se hacen estas cosas. El gobierno de Ruiz no se ha planteado estas cosas. Ha gobernado desde Can Botino, sin bajar a Vila.