La parada de taxis está atestada casi cada día de coches particulares que aparcan allí.

La nueva parada de taxis ubicada junto al hotel Algarb, en la avenida Pere Matutes Noguera de Vila, carece de señalización adecuada y esto está provocando que, de forma habitual, sea empleada como aparcamiento por vehículos particulares. Así lo han denunciado los presidentes de la Federació Insular del Taxi de l’Illa d’Eivissa (FITIE) y de la Asociación de Autónomos del Taxi de la capital ibicenca, Toni Riera y Alejandro Cardell.

En declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, el responsable de la FITIE ha explicado que la parada del Algarb «se ha hecho rápido y mal». «Solo han pintado unas líneas en el suelo y no se ha señalizado más», ha afirmado, «debería haber señales verticales, una parada habilitada como toca».

Esta situación ha provocado que muchos conductores utilicen la parada como aparcamiento de vehículos particulares. Y, según las denuncias del sector del taxi, la Policía Local no puede evitarlo precisamente por la deficiente señalización de este espacio reservado. «Así como está», ha asegurado Toni Riera, «la Policía Local no puede multar a los coches particulares que aparcan allí». Una situación que la FITIE ha denunciado en varias ocasiones ante el Ayuntamiento de Ibiza sin que este haya tomado las medidas necesarias para corregirla. «No tienen ningún interés», ha lamentado el presidente de la organización.

De un modo similar se ha pronunciado el presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Ibiza, Alejandro Cardell, quien ha señalado que «además de que la parada no está bien señalizada, el poste de la antigua sigue allí colocado». Algo que «genera confusión en los clientes». La asociación presidida por Cardell también ha pedido por escrito al Consistorio de Vila que subsane esta situación. Pero no ha servido de nada. Cardell ha señalado que, además, cuando los taxistas piden ayuda a la Policía Local de Vila, esta les indica que «no puede retirar los coches particulares porque la parada no está bien señalizada». «El que tiene que dar la orden», ha añadido, «es el concejal Aitor Morrás y no lo ha hecho».

Alejandro Cardell ha explicado que él mismo se dirigió a Morrás a través de WhatsApp en vistas de que por la vía oficial no obtenían ninguna solución. La respuesta que, según el presidente de la asociación, le dio el concejal de Movilidad fue que «él no pone señales». Unas palabras a las que Cardell prefirió no contestar.

Por otro lado, tanto el presidente de la FITIE como el de la Asociación de Autónomos del Taxi han denunciado que la situación de las paradas de taxi en Ibiza en general es muy deficitaria. Así, ambos han puesto como ejemplo la de la avenida de Santa Eulària, que está provocando graves problemas tanto a los profesionales del sector como a los propios usuarios. «Es una parada que siempre está llena», ha señalado al respecto Toni Riera, «y para acceder a ella, hay días en los que la policía portuaria te deja y otros en los que tienes que ir hasta el Mercat Vell para poder dar la vuelta».

Problemas está generando también la parada ubicada en la remodelada avenida de Isidor Macabich. Una parada que, según los taxistas, no tiene espacio suficiente, por lo que solo pueden estacionar en la misma un máximo de seis vehículos, a pesar de tratarse de una vía en la que el número de usuarios del taxi es elevado.

Otro de los problemas que está experimentando el sector a causa de la situación de las paradas de taxi es el de la falta de espacios para poder descargar clientes. Algo que se agrava en la avenida de Santa Eulària, donde los taxistas «o se ponen en vados o tienen que ocupar el espacio del autobú» para que los usuarios puedan bajar del taxi. «La zona de descarga es muy importante», ha recordado Toni Riera, «sobre todo en momentos de tráfico máximo, como son las tardes en el puerto. Entorpecemos el tráfico para que la gente se pueda bajar».

Alejandro Cardell, por su parte, ha asegurado que los taxistas de Vila se sienten «desamparados» ante un gobierno municipal, ahora en funciones, que no responde a sus demandas. «Es un desastre para los taxistas», ha concluido el presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi.