Palma Pilar Pellicer Local uh Conselleria de Famílies i Afers Socials. reunió de Cirer amb els consells per tema menors | P. Pellicer

La avalancha de pateras llegadas a las costas baleares en las últimas semanas ha puesto en una situación crítica a los consells. Sobre todo al de Formentera, que carece de recursos humanos, económicos y materiales para hacerse cargo de la tutela de los menores no acompañados que llegan a la isla a bordo de estas embarcaciones. Así lo ha trasladado este miércoles el presidente insular, Llorenç Córdoba, a la consellera autonómica de Asuntos Sociales, Catalina Cirer, en un encuentro celebrado en Palma y en el que también han participado los responsables de este área en los consells de Ibiza, Menorca y Mallorca.

Córdoba ha expresado a Cirer y al resto de instituciones insulares que Formentera no tiene recursos para prestar esta atención. A esto se suma que, ha recordado el presidente, tampoco cuenta con Policía Nacional ni juzgados que puedan dar la atención administrativa y judicial necesaria en estos casos. Esto obliga a trasladar a los menores a Ibiza, aunque la tutela quede en manos del Consell formenterés, así como el coste económico de la misma. «Teníamos una previsión que se nos ha desmontado por esta subida de llegadas, que es exponencial», ha señalado Córdoba, «recibir a estos menores y darles una buena acogida nos está costando mucho». El presidente ha agradecido la «solidaridad» del resto de las islas y ha asegurado que Formentera «sale reforzada» del encuentro convocado por Cirer ante la situación que está provocando la avalancha de llegadas de pateras.

Situación grave

«La situación es muy grave», ha dicho Llorenç Córdoba. El presidente formenterés ha exigido la intervención del Estado porque, aunque la ayuda económica sea necesaria, también lo son otras cuestiones como las infraestructuras y «la solidaridad en general».

La consellera de Asuntos Sociales de Ibiza, Carolina Escandell, ha recordado, por su parte, que el Consell ibicenco lleva tiempo reclamando al Estado que intervenga ante un problema que se agrava cada vez más. Son «llegadas incontroladas», ha denunciado Escandell, quien ha dejado también claro que el problema no son únicamente las pateras. La consellera ibicenca se ha mostrado «muy preocupada» por la situación. Además, ha explicado que, en el caso de Ibiza, la llegada de inmigrantes irregulares ha cambiado con el tiempo. Inicialmente, llegaban a las costas ibicencas menores no acompañados y hombres adultos. Ahora, ha asegurado, llegan también «embarazadas, padres, madres y núcleos familiares». Y a todos ellos hay que darles la atención que requieren.

Desde Ibiza, ha señalado Escandell, se observa «con mucha preocupación» lo que está sucediendo en Canarias y se teme que acabe ocurriendo lo mismo en Baleares. «Somos un territorio fronterizo y muy limitado en espacio y recursos», ha recordado Carolina Escandell, «y tenemos problemas como la grave crisis habitacional y la falta de profesionales para la apertura de recursos».

«Una atención digna»

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Carolina Escandell ha asegurado que el Consell tiene claro que ha de ofrecer a estas personas «una atención digna» y adecuada al perfil individual. Sin embargo, la institución necesita para ello apoyo y el Gobierno central no atiende a sus llamadas. De ahí que haya agradecido la intención del Govern de colaborar con los consells insulares. «Estamos poniendo tiritas a una herida que está infectada», ha asegurado la consellera ibicenca, «pero no se gestiona el problema desde el origen. No se nos tiene en cuenta como territorio singular. Y tenemos que afrontar el problema en solitario».

Por otro lado, aunque las llegadas a Formentera son las más llamativas cuantitativamente, el problema más grave en la gestión de estos menores no acompañados lo tiene ahora mismo Mallorca. El conseller insular de Bienestar Social y presidente del IMAS, Guillermo Sánchez, ha relatado que este servicio acoge en estos momentos a 603 menores de los que 303 han llegado a las Islas vía patera. El IMAS ha atendido solo en los siete primeros meses del año a 170 menores no acompañados mientras que en todo 2023 hizo lo mismo con 180. La previsión es que en este 2024 se duplique la cifra registrada el año pasado. Y esto tiene un coste económico muy elevado para la institución. Según ha relatado Sánchez, el IMAS tiene para este cometido un presupuesto de 6 millones de euros que ya ha tenido que ampliar en dos ocasiones. La previsión es que el coste del servicio en este año llegue a los 20 millones de euros.

En este escenario, el Govern tiene pocas posibilidades de actuar, pues la competencia de la tutela de los menores está en manos de los consells. Sin embargo, la situación es tan grave que la consellera Cirer se ha comprometido a «buscar» partidas económicas dentro del Presupuesto balear con las que «apoyar» a las instituciones insulares. Cirer ha recordado que Formentera ya tiene un millón de euros aportados por el Govern para este cometido y ha señalado que el resto de consells podrán acceder a una convocatoria de subvenciones, aunque no ha avanzado ni cantidades ni plazos.

El Govern, además, ayudará a los consells a buscar espacios que puedan destinarse a la atención de estos menores no acompañados. En el caso de Mallorca, el Consell ya ha logrado que el Obispado ceda al IMAS dos inmuebles con este objetivo. Sin embargo, no es suficiente. De ahí que desde el Govern se solicite ahora al Gobierno central que ponga a disposición de los consells aquellos inmuebles que tenga en las Islas que sean susceptibles de ser utilizados para la atención a estos menores.

Catalina Cirer, finalmente, ha denunciado que el Gobierno de Sánchez está haciendo oídos sordos a las peticiones de ayuda del Govern de Marga Prohens. Ni siquiera ha aceptado convocar una conferencia de presidentes para tratar un problema, el de la inmigración irregular, que es cada vez más grave. La consellera ha recordado que es muy difícil para un gobierno hacer previsiones en este asunto pues «sabes cómo está hoy la situación pero mañana, a las 8.00 horas, puede ser totalmente distinta». Y ha dejado muy claro que tanto el Govern como los consells gestionan la tutela de estos menores del mismo modo que las del resto. «Es una responsabilidad muy grande», ha dicho Cirer, «son menores tutelados y, si la Administración no tiene espacios, ha de buscarlos. En Formentera, la situación es muy complicada. Se ha de acoger a los menores y tramitar todo el expediente de tutela. Hacen falta manos. La Administración tiene que tener capacidad para contratar personas y recursos. Se harán las gestiones oportunas para agilizar los procedimientos».