Los agentes precintan el establecimiento. | Ayuntamiento de Sant Antoni

El Ayuntamiento de Sant Antoni ha procedido, como medida cautelar, a la suspensión total de la actividad y al precinto de un establecimiento ubicado en Sant Rafel que realizaba una actividad de sala de fiestas teniendo únicamente licencia de restauración.

Los agentes de la Policía Local realizaron una inspeccióna finales de junio junto al inspector de Actividades tras recibir quejas vecinales. En la inspección comprobaron que se estaba desarrollando una actividad de sala de fiestas sin disponer del título habilitante para el ejercicio de esta actividad y que se estaba llevando a cabo en un terreno calificado como no urbanizable. Además, constataron que el sonido transfería al exterior del local y que la actividad no se adecuaba a la normativa, ya que no disponían de proyecto acústico ni limitador in situ, suponiendo un riesgo grave tanto para los usuarios de la misma como para los vecinos de la zona y su derecho al descanso. Tampoco se estaba desarrollando la actividad de restaurante, estando la cocina inoperativa.

Ante los hechos constatados y examinada la documentación existente en el Ayuntamiento, se inició un expediente sancionador por las diferentes irregularidades detectadas. El pasado 31 de julio se notificó electrónicamente al propietario la resolución del expediente y, el martes, la Policía Local procedió, como medida cautelar, al precinto del local.

El Ayuntamiento también ha iniciado un expediente sancionador en materia de actividades por infracción muy grave por carencia de título habilitante para el ejercicio de la actividad permanente mayor de sala de baile, con equipos acústicos con más de 80dB y riesgo para el medio ambiente y la ciudadanía, según la Ley 7/2013, de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades en las Baleares, con una propuesta de sanción económica de 60.000 euros.