Teresa y 'Culumaret' se hacen cargo del bar. | Toni Planells

En diciembre de 1985, coincidiendo con la apertura del mercado de Santa Eulària, se inauguró el Bar Es Pagès, un negocio que ha sido parte de la vida cotidiana de la zona desde entonces.

Ubicado en el Carrer de s’Esglesia, este bar que nació como parte de un proyecto familiar, ha sabido mantenerse gracias a la dedicación y el esfuerzo de sus distintos responsables a lo largo de los años.

Inicios

El fundador fue Toni Marí (Santa Eulària, 1932-2023), conocido por ser también el creador del emblemático restaurante Cas Pagès en la carretera de Sant Carles. Junto a su esposa Maria y sus hijas, Carmen y Lucía, pusieron en marcha este nuevo establecimiento que rápidamente se integró en la rutina diaria de los vecinos.

En sus primeros años, el negocio fue gestionado por la familia Marí, quienes se encargaban tanto de la cocina como de la atención al público.

Juan Antonio Marí 'Culumaret'. | Toni P.

Después, el bar pasó a ser gestionado por otros propietarios, siempre manteniendo su espíritu familiar.

Tal como relata el actual encargado, Juan Antonio Marí, más conocido como ‘Culumaret’, «Agustín lo llevó durante al menos diez años. Yo ya era cliente habitual entonces, siempre venía a tomar algo». Sin embargo, tras enfermar, Agustín tuvo que dejar el bar, lo que permitió a Juan Antonio hacerse cargo del negocio en 2009 junto a su padre, Vicent Colomaret.

Experiencia

«Ya teníamos experiencia en hostelería», explica Juan Antonio. «Mi familia es de Cala Llenya y durante muchos años llevamos el kiosco de Cala Nova y el restaurante Diana. Mi padre y mi madre eran los cocineros y yo siempre estuve como camarero».

El relevo fue natural. Juan Antonio, quien siempre había mostrado interés por la cocina, decidió tomar las riendas del bar y se involucró plenamente en la preparación de los platos.

No son pocos los vecinos de Santa Eulària que eligen el Bar Es Pagès a la hora de hacer una pausa para el almuerzo. Este el caso de este grupo de compañeros de trabajo que no faltan a su cita diaria con Es Pagès. | Toni P.

«Ahora soy yo quien se encarga de la cocina», comenta, sin dejar de lado su dedicación al trato con los clientes, quienes destacan no solo la calidad de la comida, sino también el ambiente acogedor y familiar del establecimiento.

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Desde entonces, el bar Es Pagès ha mantenido una oferta sencilla, pero efectiva. «Seguimos con la misma fórmula que tenía Agustín», dice ‘Culumaret’.

El menú está compuesto por tapas, bocadillos y platos combinados, una selección que ha sido clave en su éxito. Sin embargo, debido a la dificultad de encontrar personal cualificado, han tenido que hacer algunos ajustes. «Hemos tenido empleadas excelentes, con las que mantengo una buena relación, pero ahora Teresa, mi esposa, y yo somos los que llevamos todo el trabajo», explica.

Debido a esto, decidieron dejar de ofrecer el plato del día, aunque este cambio no ha afectado la calidad del servicio. «Cada mañana estoy aquí a las cinco y no me voy hasta que cerramos a las tres de la tarde. Cuando teníamos personal, me quedaba un par de horas más, pero hace dos años cambiamos el horario. Así tenemos más tiempo para nosotros, que al final es lo importante».

Clientela

La clientela de Es Pagès es variada, y Juan Antonio lo describe con una sonrisa: «La mayoría son gente trabajadora de aquí, de toda la vida, pero también vienen muchos extranjeros que viven en la isla todo el año». Además, con un toque de humor, comenta que «como abrimos a las seis de la mañana, los que siguen de fiesta muchas veces vienen aquí a continuar». Este tipo de anécdotas refuerza el carácter acogedor del local, que es frecuentado por clientes habituales que valoran no solo la comida, sino también el ambiente familiar que Juan Antonio y su equipo han logrado crear.

Platos favoritos

Entre los platos favoritos de la clientela, destaca la frita de pulpo, una tapa que muchos califican como la mejor. Juan Antonio, un cliente habitual, asegura que «vengo todos los días a la misma hora con mis compañeros de trabajo, la proximidad y la familiaridad son algunos de los valores que me hacen ser cliente diario». Por su parte, Toni ‘Susina’ afirma que su plato favorito son los bocadillos de carne asada, mientras que Ángel prefiere el jamón serrano cortado al momento, que considera insuperable. «Las tapas que hacen aquí son de las que cada vez encuentras en menos lugares», señala Ángel, destacando la calidad y el carácter casero de la oferta.

Bartolo y Marcos son otros dos clientes habituales que coinciden en valorar la frita de pulpo como su tapa predilecta. «Aunque todo lo que hacen está buenísimo», añade Bartolo. Marcos, por su parte, destaca la variedad espontánea que ofrece el bar: «Lo mejor de todo es que, cuando les apetece, de repente un día te hacen un plato distinto: un día un pisto, otro un cachopo, otro una tortilla».

'Culumaret' se ríe tras la barra. | Toni P.

Toni, que también acostumbra a desayunar en Es Pagès a diario con sus compañeros, pedía unos minutos para reflexionar sobre su plato favorito, mientras ponía en valor «los lugares como este, donde te atienden siempre así de bien».

El jamón que sirve Juan Antonio es otro de los productos estrella del bar. Jose, otro cliente habitual, cuenta su experiencia: «Un día vine a pedir un bocadillo caliente, pero la plancha estaba apagada. Juan Antonio me ofreció jamón serrano y, desde entonces, es lo que siempre pido». Esta anécdota ilustra la cercanía y atención que caracteriza a Es Pagès, donde la satisfacción del cliente siempre es una prioridad.

A lo largo de los años, Bar Es Pagès ha sabido mantenerse fiel a sus orígenes, evolucionando al ritmo de las necesidades de sus dueños y su clientela, pero siempre conservando el carácter familiar que lo define. Como señala Toni, «lugares como este, donde te atienden siempre así de bien, cada vez quedan menos».

Es bar es el punto de encuentro para multitud de vecinos. | Toni P.

Al finalizar este reportaje, Toni todavía andaba dándole vueltas a cuál de los platos de ‘Colomaret’ calificar como su favorito, mientras seguía repitiendo uno a uno los platos de la carta de Es Pagès. «Mejor pon que le gusta variar», zanjaron sus compañeros.