La experta en alfabetización mediática, Mariaje González Flor, regresó ayer a Santa Eulària para continuar con su Taller para familias digitales, un ciclo dividido en tres partes cuyo objetivo es dotar a las familias de herramientas para guiar a sus hijos en el descubrimiento y uso de las nuevas tecnologías.
«Es un itinerario formativo. En mayo hablamos de qué hay detrás de las pantallas, mostrando a las familias dónde andan sus hijos porque a veces podemos pensar que están en unas cosas y después, hacen otras. Además, queríamos enseñarles que los contenidos que consumen, no son a veces lo que parecen», puntualizó.
En esta ocasión, González Flor se centra en el tiempo de uso de las pantallas, las posibles adicciones que pueden provocar o incluso las consecuencias para la salud física y mental que un mal uso de estos aparatos causa a niños y adolescentes. «Que entiendan la realidad y que sepan qué piensa la ciencia, porque hay muchos estudios y a veces no sabemos cuál puede ser fiable y cuál no», aseguró.
La experta, sin embargo, afirmó que sus explicaciones van más allá de las pantallas y las nuevas tecnologías, puesto que también busca concienciar a las familias sobre la necesidad de hablar con sus hijos. «El 24,5% de padres y madres reconocen no haber hablado nunca con sus niños sobre los peligros de internet», lamentó.
En la charla de ayer en el Teatro España, y en relación a un tema tan preocupante como el tiempo de acceso a las pantallas, Mariaje González Flor resaltó que la mayoría de padres asistentes al taller tenían hijos en Primaria, por lo que quiso aconsejarles que no hay que obsesionarse con la cantidad y sí centrarse en para qué usan los niños las pantallas y cómo lo hacen. «Hay que ir a casa y mirar. Si las van a utilizar para jugar o estudiar o si lo harán solos o con nosotros. Más que obsesionarse con un número, hay que ir un poco más allá», insistió.
La experta repasó algunos datos de la Asociación Americana de Pediatría y explicó que los niños de 0-2 años no deben tener ninguna exposición a las pantallas; entre los dos y los cinco años, el tiempo máximo de uso será una hora al día y siempre junto a un adulto. Repasando otros ejemplos, para jóvenes de entre 12 y 15 años, el tope serán 90 minutos y los padres deberán comenzar a vigilar las redes sociales. Para hijos mayores de 16 años, se recomiendan dos horas al día como máximo y nunca en dormitorios. En ningún caso, las pantallas se podrán utilizar durante las comidas.
«La idea es coger la teoría y revisarla para aplicarla después en la vida real», insistió.
La experta impartirá también este taller en el Centro Cultural de Jesús hoy jueves de 17.00 a 19.30 horas.
Durante el mes de noviembre, González Flor regresará a Santa Eulària para cerrar este itinerario formativo hablando de cómo gestionar las pantallas más allá del móvil.
1 comentario
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Algo habra que hacer, porque hay saturacion de problemas adictivos por este motivo....y en la foto parece que no tenia mucha afluencia la charla, los padres tampoco parecen muy involucrados en informarse , hasta que les estalla el problema en la cara y entonces la solucion en muy compleja, de paciencia de dinero etc , cuando el niño tiene 16-17 años regular el tiempo de uso es muy complicado