Inmigrantes llegados a las islas Pitiusas.

Un total de 2.161 personas han llegado a la isla de Formentera de forma irregular en lo que va de año. Lo han hecho en 136 pateras, la última de la cuales ha llegado a las costas formenterenses a las 9.00 horas de este lunes, llevando a bordo a 12 personas de origen magrebí. Solo este lunes han llegado a la menor de las Pitiusas 49 inmigrantes irregulares. En la misma jornada, han desembarcado en las costas ibicencas otras 10 personas procedentes también del Magreb, que han sido interceptadas por la Guardia Civil de Sant Josep en la carretera de sa Caleta. También en Ibiza, otros 12 migrantes irregulares se han interceptado «en dependencias oficiales del Cuerpo Nacional de Policía de Ibiza», según informó la Delegación del Gobierno en Baleares. A las 19.00 horas, la Guardia Civil y la Policía Local de Sant Josep interceptaron a una decena de migrantes en la carretera de es Cubells, mientras que una hora más tarde, a las 20.00 horas de este lunes, se interceptaron a un total de 21 personas de origen magrebí en Formentera.

Estas cifras, obviamente, no tienen nada que ver con las registradas en Canarias. Precisamente este mismo lunes se ha sabido que, en lo que va de año, han llegado de forma irregular hasta las costas canarias 39.713 personas, según el balance de inmigración irregular del Ministerio de Interior, que recoge los datos hasta el 15 de noviembre. En 11 meses, Canarias ha acogido ya a más inmigrantes irregulares que en todo 2023, cuando el número de personas llegadas fue de 32.209.

Este mismo balance señala que, en lo que va de año, han llegado a las costas españolas de forma irregular 51.849 personas, un 13,6% que en 2023, cuando hicieron lo mismo 45.652. En 2023, llegaron a las costas de España un total de 1.535 embarcaciones, mientras que hasta el 15 de noviembre de 2024 lo han hecho 1.539.

En Baleares, el número de llegadas de inmigrantes irregulares por vía marítima entre enero y la primera semana de noviembre fue de 4.694 personas. Lo hicieron a bordo de 284 embarcaciones, la mayoría de las cuales llegaron a Formentera. Cifras que superan ampliamente las registradas en 2023, cuando, en todo el año, llegaron 2.278 personas a bordo de 276 pateras.

La situación de Formentera

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Formentera es la isla más afectada por esta situación. Sobre todo en lo relativo a la acogida de los menores no acompañados, conocidos por sus siglas, menas. Estos menores han de ser tutelados por el Consell formenterés, que tiene ahora mismo bajo su responsabilidad a 95, a pesar de que la isla no cuenta con ningún servicio para ellos. Esto obliga al Consell a alojarlos en centros de Ibiza, Mallorca y la Península, con unos costes que la institución no puede asumir. Tanto es así que en estos momentos está tramitando la devolución de la competencia de Menores al Govern balear, para que sea este el que se haga cargo.

En el caso de Ibiza, el número de menores que llega hasta las costas de la isla es mucho menos elevado pero el hecho de tener que acoger también a los de Formentera ha llevado al Consell a crear nuevas plazas para poder hacerse cargo de esta situación. De hecho, el acogimiento en el centro de menores de Ibiza está al límite desde hace meses.

El Ejecutivo autonómico, por su parte, reclama al Gobierno central que se haga cargo económicamente de esta situación. Algo que el Gobierno de Sánchez rechaza mientras el PP no apruebe la modificación de la Ley de Extranjería para obligar a las comunidades autónomas a repartirse los menas que tutela el Gobierno autonómico de Canarias.

EL APUNTE

Polémica política también en Mallorca por el acogimiento de Menas

A principios de este mes de noviembre, los alcaldes de los municipios mallorquines ses Salines, Santanyí y Campos se sumaron al grito de auxilio de Formentera e Ibiza y salieron públicamente a exigir al Gobierno soluciones para detener la incesante llegada de pateras, pues no tienen capacidad de acogimiento de menores no acompañados. En los último días, el debate político sobre la inmigración irregular se ha reabierto con un conflicto a tres bandas entre el Consell de Mallorca, el Ayuntamiento de Inca y la Delegación del Gobierno, pues Inca, donde gobierna el PSOE, había cedido el polvorín para albergar menores con el visto bueno de la delegación del Gobierno pero, en el último minuto, se echó para atrás alegando que el espacio no es idóneo cuando contaban con informes de los técnicos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales. Este conflicto sobre el acogimiento en Inca se ha estancado, por el momento.