Imagen de archivo de una patera llegada a La Xanga. | Archivo

Ibiza y Formentera han empezado el año tal y como lo acabaron: con goteo incesante en la llegada de migrantes. En este sentido, durante el primer día de enero recalaron en las costas de Ibiza y Formentera tres pateras con al menos 73 personas, principalmente de origen magrebí y subsaharianos.

Cabe recordar que las Pitiusas recibieron durante todo 2024 a más de 3.000 migrantes en más de 180 pateras. En el conjunto de las Islas, durante 2024 llegaron al menos 5.924 migrantes a bordo de 354 pateras, mientras que en 2023 se contabilizaron en las Islas 128 embarcaciones con un total de 2.278 personas.

Según el último informe de Caminando Fronteras, este año se ha incrementado el número de personas que se dirigen a Baleares a través de la ruta argelina del mediterráneo occidental, la zona más peligrosa de la travesía.

El informe de Caminando Fronteras apunta que la zona de Baleares sigue siendo la que más falta de transparencia presenta respecto a búsquedas de personas desaparecidas en el mar. Igualmente, en la ruta argelina, que llega hasta el archipiélago, calculan que más de 500 personas han perdido la vida durante la travesía este año.

Precisamente, el pasado 11 de octubre tres personas fueron rescatadas a bordo de una patera, que fue localizada entre Menorca y Cerdeña, y en la que viajaban 11 personas más que fallecieron y cuyos cuerpos no se han encontrado.

Noticias relacionadas

Según explicaron los supervivientes --dos de 15 años y uno de 21-- a la fundadora del colectivo Caminando Fronteras, Helena Maleno, en la patera viajaba un grupo de jóvenes argelinos que se habían autoorganizado con la intención de llegar hasta Formentera. Durante el trayecto, que duró al menos 11 días, se desviaron varios kilómetros al noreste de su destino y, según explicaron, el resto de jóvenes, entre los que había menores, habían perdido la vida en el trayecto.

El 14 de diciembre se rescataba a 60 millas de la isla de Formentera a 13 personas de origen magrebí, entre los que se encontraban dos personas fallecidas y una herida grave, que trataban de llegar a la costa en una embarcación. Al parecer, debido a las malas condiciones marítimas, la patera naufragó, siendo los migrantes que la ocupaban rescatados por Salvamento Marítimo, que se encargó de brindarles auxilio, quedando ingresado uno de ellos en el hospital de Can Misses. Según informó la Guardia Civil, tras la investigación abierta y, según la manifestación de los tripulantes, podrían haber fallecido en el accidente entre cinco y seis migrantes cuyos cuerpos no pudieron ser encontrados.
También en diciembre, una menor de edad denunció haber sido violada por el patrón de la patera con la que ella y 16 personas más llegaron a Formentera. La joven, de origen argelino, presentó la denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Formentera. El presunto autor fue detenido y, tras pasar por los juzgados, ingresó en prisión provisional.

Otro incidente ocurrido este año relacionado con las pateras fue el incendio de una de ellas en Formentera. La embarcación, que había llegado a una zona de difícil acceso de la isla, ardió cuando las personas migrantes ya la habían abandonado. Se trataba de 20 personas que llegaron en buen estado de salud.

El aumento de la llegada de personas migrantes a las costas de las Islas ha puesto en alerta al Govern y a los consells insulares de las diferentes islas, quienes han reclamado durante el año al Gobierno central más recursos y la cesión de espacios para atender a las personas que llegan y, sobre todo, a los menores migrantes no acompañados.

Sobre esta última cuestión, Caminando Fronteras detalla en su informe que la consolidación de la ruta balear también ha visto aumentar la llegada de infancia migrante a las Islas, con perfiles de adolescentes que viajan solos pero también con niños y niñas de corta edad en su mayoría acompañadas de sus madres.

Desde los consells insulares de Ibiza, Formentera y Mallorca hace meses que advierten que los recursos de atención están saturados. Ya en agosto, desde el Consell de Formentera señalaban que la situación era «muy grave» tanto en la primera acogida como en el caso de los menores no acompañados.