Grivé: «Tenemos mucha gente barriendo en Ibiza pero hacen falta más encargados»

El concejal de Medio Ambiente ya trabaja en la nueva contrata de basuras, que pondrá énfasis en la recogida de residuos

Grivé atendió a Periódico de Ibiza y Formentera en su despacho de las oficinas municipales de Carlos III. | Alejandro Mellon

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Cuarto teniente de alcalde de Vila, responsable de las áreas de Embellecimiento y Transición y concejal de Medio Ambiente y Limpieza, el día a día de Jordi Grivé (Barcelona, 1978) es un no parar. Tiene en sus manos cuestiones fundamentales para la ciudad como la limpieza viaria, la recogida de basuras o todo lo relacionado con la energía. Consciente de que aún hay mucho por hacer, Grivé defiende lo realizado hasta ahora por el Gobierno de Triguero y, además, explica los cambios que, en no mucho tiempo, tendrán que afrontar los residentes en Vila en asuntos como la recogida de basuras.

— El Ayuntamiento busca un químico para la creación del departamento de gestión de residuos. ¿Por qué tiene que ser ese perfil tan concreto?

— Vamos hacia la excelencia. Lo que vamos a hacer es especializar a los técnicos que hay en la casa. Faltan muchas manos. Ahora viene la nueva Ley de Residuos, que tiene obligaciones y trabajos brutales. No solo creamos esta plaza sino que también hará falta un auxiliar administrativo porque, por ejemplo, habrá pagos por generación. Es decir, igual que pagas por el agua que consumes, tendrás que controlar lo que reciclas, las veces que abres el contenedor…

— ¿Se cambiarán los contenedores?

— Hay varias opciones sobre la mesa: el puerta a puerta, contenedores con identificación… Estamos haciendo el estudio porque es un cambio traumático. Todo esto genera la creación del departamento de gestión de residuos, que se dedicará exclusivamente a eso. Antes había uno o dos técnicos de medio ambiente que hacían de todo. Pero tendemos a la especialización. Yo he especializado a uno en electricidad, al otro en mantenimiento. Y en residuos, por experiencias pasadas de aquí y las vistas en otros municipios, ves que ese perfil, el del químico, es muy bueno. Es una apuesta más del equipo de gobierno por un perfil. Tenemos industriales, telecomunicaciones, ciencias del mar… todas las patas están bien defendidas y nos falta este perfil.

— Uno cree que en un ayuntamiento todo son administrativos, pero no es así.

— Claro. Por desgracia, como no hay medios, una misma persona hace cosas de electricidad y de medio ambiente. Y, como en todo, hay que intentar especializar. Es lo que estamos haciendo nosotros. Tendremos un departamento de gestión de residuos bien montado. A corto plazo, agotamos todo el dinero que podemos en basuras. Esto lleva un trabajo y estamos trabajando en la nueva concesión, que necesita esta figura. Aquí hubo un tiempo en el que una sola persona lo llevaba todo. Vamos a especializar. Es nuestra apuesta.

— ¿En qué situación está la tramitación de la nueva contrata?

— La actual acaba en octubre de 2026 y ya estamos preparando los pliegos de la nueva. Lo que más cambiará será el tema de la recogida de la basura. Es lo que más notará el ciudadano. Pero hay que estudiarlo muy bien. Tú no puedes decir que mañana vas a cerrar los contenedores y que para tirar la basura tienes que tener una tarjeta. Hay que decidir los sistemas de recogida según las características de los barrios y las calles. Por ejemplo, hay un sistema que se llama isla emergente. Consiste en que los contenedores van con una tractora, llegan, están hasta una hora determinada y se van. Eso sería un buen sistema para el casco histórico aunque aún no está definido. Pero este sistema no sirve para Can Misses. Ahí puedes poner el puerta a puerta porque las calles son peatonales. No hay una única solución. Nosotros hemos hecho el estudio y ahora hay que decidir e introducirlo en el pliego.

— ¿Y están buscando alguna fórmula para que los camiones no pasen tres veces de madrugada? El ruido que hacen es muy molesto.

— Al haber tantas fracciones, es complicado. Para que hagan menos ruido, deberían ser eléctricos pero eso aún no es posible porque necesitan puntos de carga y unas baterías. Y luego están las rutas. Hay que ver cómo se hace. El cristal, por ejemplo, a partir de las 23.00 horas, ni se tira ni se recoge. Es complicado, no le voy a engañar. Hacen falta más medios. Hay que hacer una mejora importante en la nueva contrata.

— Yo sé que ustedes están trabajando, pero la ciudad sigue sucia. ¿Cuál es el problema?

— Hay mejoras. Los datos son los que son. Pero no está donde queremos. El alcalde nos aprieta. Esto es una carrera de fondo. Hicimos un diagnóstico. Hemos comprobado nuevas máquinas. Hemos implantado un nuevo sistema de control y hemos hecho un estudio de necesidades calle a calle porque no es lo mismo si pasan 3.000 personas que si pasan 100. Vamos a comprar lo que podamos con una nueva modificación de la contrata. Se gastará todo lo que podamos gastar. Luego está el cambio en el sistema de trabajo. Tenemos mucha gente barriendo pero hacen falta encargados. Todo se va haciendo pero hay que hacer más. Vamos avanzando y la tendencia es buena. Pero tenemos que conseguir acelerar esa tendencia. Y hemos de hacer lo que podamos hasta que llegue 2026 y el cambio drástico de la nueva contrata.

— Desde que empezó a trabajar, ¿ha habido algo que pensara hacer y se haya tenido que echar atrás?

— Esto es lo del ensayo y error. Nunca controlas todos los parámetros y a veces tienes que recular. Inicialmente, yo no entendía que hubiera tantos encargados. Con los meses me di cuenta de que son necesarios porque, si no, no funciona. También pensaba que había suficiente agua, pero nos hemos dado cuenta de que hay que meter más. Es muy importante. Hay que meter agua regenerada y la del pozo de sa Colomina.

— La semana que viene empieza a trabajar la comisión de embellecimiento. ¿Cuáles son sus objetivos?

— Yo llevo el área de Embellecimiento y embellecimiento es todo: que la ciudad esté limpia, que esté iluminada, que los jardines estén bien… En eso trabajan todos los servicios pero, por ejemplo, hay técnicos de urbanismo que tienen mucho que decir en infraestructuras. Y es lo que va a pasar en esta comisión, que va a empezar a trabajar en retirar el cableado de las fachadas. Esto es más embellecer que otra cosa. No molesta pero es horrible. La comisión se reunirá quincenalmente. Será un grupo de trabajo.

— Lo de quitar los cables no es fácil: intervienen las compañías de electricidad y telecomunicaciones, el Ayuntamiento, los propietarios de las fachadas… Tienen trabajo por delante.

— Sí, es una pelea difícil. Vamos a compararnos con los modelos que están usando otras ciudades que han ido reduciendo el problema. Pero hay que empezar.

— El alumbrado de la ciudad también preocupa. Ahora se vuelve a hablar de nuevo de la contaminación lumínica.

— La contrata tiene contrato hasta 2029 y, sorprendentemente, no se prevén renovaciones. Es un mal contrato. Es como si te compras un coche a pagar en 20 años. Hasta 2029, iremos intentando renovar como podamos. Lo más inminente es que vamos a cambiar 1.100 de las 8.500 luminarias de la ciudad. Muchas son leds que tienen ya 14 años y están fundidas. Esto será un salto cualitativo importante. Esto influye en el embellecimiento y en la limpieza. Con más luz, se ven las cosas de otra manera. Sobre la contaminación lumínica, ahora volvemos a unas luminarias más naranjas. Hay que llegar a un equilibrio.

—Las de Isidor Macabich son nuevas y son blancas.

— Esas están en el límite. Para mí tienen demasiado volumen y habría que bajarlas un poco. Nosotros somos partidarios de una luz neutra. Hicimos un cambio importante en Vía Púnica y en Vía Romana y ha sido espectacular. Cuando sales de Vía Romana, te das cuenta de ese cambio. Ahora vamos a cambiar también Ramón Muntaner, que es la calle más oscura de la ciudad.

— ¿Y cuándo se cambiará el resto de luminarias?

— Buscaremos lo que podamos para hacerlo. El contrato actual no nos incluye la renovación y hay que esperar a 2029.

— ¿En qué situación está el proyecto del tanque de tormentas de Platja d’en Bossa?

— Está a punto de salir a licitación. Servirá para los casos de vertidos cuando hay lluvias torrenciales. Evitará que no llegue contaminación al mar y se inunde la parte final de Platja d’en Bossa. También hemos hecho actuaciones para evitar que lleguen toallitas al mar. Pusimos rejillas en Talamanca. Ahora vamos a probar también poner una red al final del emisario. Esto lo vamos a hacer en ses Figueretes. La rejilla está funcionando pero ahora vamos a poner también una red al final para que las toallitas se queden ahí. Luego las sacará un buzo. Y también está siendo muy importante el plan de mantenimiento de imbornales. Estaban muy abandonados y el plan ayuda mucho. Para esto contamos con Aqualia y Valoriza. Los activamos cuando llueve. Las rejillas se tapan con hojas y plástico. Es lo que pasa en la de sa Real. Si llueve, se llena de hojas y sale toda el agua. Así que, cuando llueve, Aqualia y Valoriza tienen que estar atentos a este punto y otros que son conflictivos.

—¿Habrá campo de boyas este verano en Talamanca?

—Por suerte o por desgracia, se decidió que este campo de boyas lo financiara el Ministerio de Transición Ecológica con fondos Edusi. Va con retraso. La última fecha que tenemos de entrega del proyecto es finales de febrero de este año. Una vez que esté el proyecto, Ports IB tendrá que ejecutarlo y, posteriormente, adjudicar la concesión. A nosotros, de todos modos, nos cuesta contactar con Madrid. No sé el motivo. Yo no he conseguido un interlocutor directo con Madrid. En Talamanca, por otro lado, lo que ha funcionado muy bien ha sido alejar el balizamiento. En es Viver también lo hemos hecho y este verano se alejará algo más. La idea es regularizar todas estas cosas.

—¿Cómo va la negociación con el Govern para que el Ayuntamiento pueda gestionar los embarcaderos y muelles?

—Se hizo la solicitud y estamos en ello. Queremos controlar, que no haya ‘party boats’ y particulares embarcando. Si el Ayuntamiento tiene la concesión administrativa, puede controlar quién entra, quién embarca, quién no embarca y a quién le das permiso. Hablamos de los muelles que hay en ses Figueretes, es Viver y Platja d’en Bossa. Pero está todo en trámite. Hacen falta informes, tramitación…

—De su concejalía depende también todo lo relacionado con la energía. ¿Qué está haciendo en el ámbito de las renovables?

—Hemos logrado dinero del ITS para cubrir el ‘parking’ de Ikea con pérgolas fotovoltaicas. Esa energía será para autoconsumo del Ayuntamiento. La Ley de Cambio Climático te obliga a que todos los ‘parkings’ estén cubiertos con estas pérgolas. Nosotros estamos haciendo una auditoría energética de todo el Ayuntamiento. Hemos de intentar que el Ayuntamiento tenga autoconsumo instalando placas solares en todos los sitios que podamos. Entonces, tenemos previsto hacer comunidades energéticas para que la gente pueda comprar la energía que sobre a un precio barato. La ley te permite usar la energía en 2 km a la redonda. Ibiza es pequeño y esto se puede hacer.

—¿Cómo se hará?

—Si a mí me cobran 500 kw, se los puedo vender a la gente que se apunte a estas comunidades energéticas a un precio más barato. Es uno de los mecanismos previstos por la ley.

—¿Es como si el Ayuntamiento creara su propia compañía de la luz?

—No exactamente porque no puedes crear una compañía pero sí puedo venderte la energía que me sobra a un precio baratísimo.

—¿Y eso no puede hacerse en toda la ciudad?

—No hay tejados suficientes. Pero cada uno puede poner en su edificio las placas que quiera. Nosotros estamos haciendo un mapa solar para conocer, a través de todos los tejados de la ciudad, el potencial fotovoltaico que tenemos. Ese mapa indicará el número de placas que puedes poner, el precio y el tiempo de amortización.

—¿Puedes dejar de depender de las grandes energéticas?

—Eso es complicado porque hacen falta baterías dado que por la noche también consumes. Hoy en día no sale aún muy rentable lo de las baterías. Lo suyo es tener placas para todo el consumo de por la mañana. Lo que sobra lo vendes a las eléctricas y por la noche lo compras pero mucho más barato.

—¿Para qué servirá la auditoría energética?

—Vamos a empezar ahora. Se hará de todas las instalaciones municipales y con el fin de ver las posibilidades de ahorro. Las instalaciones municipales han de estar optimizadas. ¿Usted sabe lo que gastan los colegios o los estadios? Tenemos que auditar todo, desde Can Botino, hasta la piscina de can Misses. Hay mucho potencial para optimizar.

—Pero todo pasa por larguísimas tramitaciones. ¿Ustedes no se plantean seriamente reducir esto? No parece muy normal que cualquier proyecto se eternice por la burocracia.

—Si me pregunta qué es lo que peor llevo de ser político, es precisamente eso. Se ha creado con los años una maraña burocrática tan grande, que hacer cualquier cosa es muy complicado.

—Es prácticamente imposible para cualquier político empezar un proyecto y acabarlo en su mandato.

—Sí, y eso que el Govern ha hecho ya un primer decreto de simplificación administrativa. Pero es muy complejo. Deshacer esos nudos es difícil. Hay muchísimo por mejorar.

—Eso es lo que va a hacer Elon Musk en EEUU y la motosierra de Javier Milei en Argentina.

—Sí, pero hacer eso es difícil, sobre todo por toda la parte jurídica.

—Hablemos de política. Usted es responsable de Movilización Electoral en el PP. ¿Cree que Pedro Sánchez adelantará las elecciones generales o piensa que aguantará hasta el final?

—Yo creo que aguantará. Hará lo que haga falta por aguantar. Hará todas las cesiones necesarias para mantenerse ahí.

—¿Cree que el PP debe acercarse a Carles Puigdemont para una moción de censura contra Sánchez?

—En política siempre hay que buscar los beneficios y los perjuicios. Y valorar todo a corto, medio y largo plazo. Al final, en política todos los partidos democráticos pueden negociar y ceder en cosas. ¿Negociar? Con cualquier partido democrático, sí. ¿Pero qué? Ahí es donde entra la dificultad.

—El ambiente está cada vez más enrarecido.

—Sí, es así. Creo que habría que rebajar el tono. No sé cómo hemos llegado a este extremo. Ha ido subiendo despacio y lo hemos normalizado. Lo que está haciendo Sánchez en este país es lo que provoca estas reacciones un poco desmesuradas. Y la gente protesta por algunas cosas pero precisamente por esta no se está protestando lo suficiente.

—¿Y piensa que Marga Prohens también aguantará hasta el final?

—Sí, creo que sí.

—¿Y cómo venderá el PP a sus votantes pactos con partidos tan contrarios como Més?

—Es lo mismo que con Junts. Hay que ver qué se pacta y los pros y los contras a corto, medio y largo plazo. De todos modos, está gobernando en minoría y aunque tenga los presupuestos prorrogados. El Govern funciona.