Contenido patrocinado

Ibiza sin filtros: el viaje que siempre recordarás

TW

Viajar a Ibiza no es solo irse de vacaciones: es dejarse llevar por una isla que mezcla calma y locura, tradición y fiesta, naturaleza salvaje y lujo sin pretensiones. Aquí no hace falta elegir entre descanso o diversión, porque todo convive en equilibrio. Si estás pensando en escaparte unos días, planifica tu próxima aventura en este paraíso balear con Voyage Privé: encontrarás hoteles con encanto y descuentos especiales que te lo pondrán muy fácil.

Una isla que va a tu ritmo

Ibiza tiene algo que engancha. Tal vez sean sus playas de agua clara, sus pueblos blancos que parecen detenidos en el tiempo, o ese ambiente relajado que se respira incluso en los meses más intensos del verano. Aquí puedes despertarte viendo el amanecer desde una cala tranquila, pasar el día recorriendo mercadillos llenos de vida y terminar bailando frente al mar con la música de un DJ internacional.

La ciudad de Eivissa, con su casco histórico Dalt Vila, es uno de esos lugares que no decepcionan. Perderse por sus calles empedradas, con balcones llenos de buganvillas y pequeños bares escondidos, es un plan tan perfecto como tumbarse en la arena.

Dónde dormir para sentirte como en casa

Elegir bien la zona donde te vas a alojar puede cambiar totalmente tu experiencia. Cada rincón de la isla tiene su personalidad:

  • Si vas con ganas de fiesta y te late la música electrónica, lo tuyo es Playa d’en Bossa: discotecas, beach clubs y ambiente 24/7.

  • ¿Prefieres atardeceres épicos con una copa en la mano? Entonces apunta a San Antonio, donde la puesta de sol se celebra como un ritual.

  • Para algo más familiar o tranquilo, Santa Eulalia o Es Canar son perfectos: playas amplias, buen ambiente y todo lo que puedas necesitar cerca.

  • ¿Te gusta el rollo más local y menos turístico? En el interior encontrarás pueblos como Santa Gertrudis, ideales para desconectar y dormir rodeado de naturaleza.

Lo que no puedes dejar pasar

Noticias relacionadas

Ibiza no es solo sol y playa, aunque sus calas sean una maravilla. También puedes hacer una excursión en ferry a Formentera, con sus playas casi vírgenes y ese aire bohemio que la hace tan especial. Los mercados hippies, como Las Dalias o Punta Arabí, son un plan divertido para una mañana o una tarde sin prisa: música, arte, comida y muy buen rollo.

Y si eres de los que disfrutan con la gastronomía, vas a estar en tu salsa: desde restaurantes de autor hasta chiringuitos de playa, la comida ibicenca mezcla mar y campo con mucho sabor.

El lado más salvaje de la isla

Más allá de las playas famosas y los clubes, Ibiza guarda una cara más salvaje y silenciosa que enamora a quienes buscan desconectar de verdad. Al norte y en el interior de la isla encontrarás acantilados abruptos, caminos de tierra, bosques de pinos y calas a las que solo se llega andando. Lugares como Cala d’en Serra, Es Portitxol o el misterioso Es Vedrà ofrecen una Ibiza más cruda, casi secreta, donde solo se escucha el mar y el viento. Si te gusta caminar, hay rutas que cruzan colinas y campos, con vistas abiertas al Mediterráneo que quitan el aliento. Es esa parte menos conocida la que muchos terminan recordando con más cariño.

Ibiza te espera con los brazos abiertos

No hace falta ser fiestero ni tener un plan perfecto. Ibiza se vive como quieras. Puedes recorrerla en coche, en moto o dejarte llevar por su ritmo lento. Lo único claro es que, cuando vuelvas a casa, vas a querer repetir. Porque Ibiza no es una isla más: es un lugar al que siempre da gusto volver.