La familia del atropellado en Cala de Bou: «No ha sido un accidente, se lo han cargado»

La mujer, los dos hijos y el yerno están «indignados» con que el conductor pueda eludir la cárcel con el pago de una fianza

La familia de Aurelio ayer en Cala de Bou justo antes de salir hacia el tanatorio.    | Foto: C.L.C

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Aurelio, de 62 años, pensaba disfrutar de su segundo día en la isla de Ibiza, a la cual había acudido para pasar unas pequeñas vacaciones. Había llegado    la tarde anterior, en torno a las ocho, en un barco desde Denia, junto a un amigo. Salió a pasear muy pronto por la mañana para conocer la zona en la que se hospedaba y cuando regresaba con los auriculares puestos en los que reproducía música para acompañar la caminata y apenas le quedaban unos pocos metros para llegar al hotel, todo se frustró. Un conductor, de 30 años y nacionalidad peruana, se quedó dormido al volante bajo los efectos del alcohol y atropelló mortalmente a Aurelio, dejando su cuerpo justo debajo del vehículo y terminando así con su vida al instante.

Este trágico suceso ha dejado a toda una familia atrás que, entre un profundo dolor no puede más que pedir justicia para Aurelio. Un hombre que, tal y como explican sus seres queridos y allegados, tras luchar y superar dos veces una enfermedad tan fatídica como el cáncer, ha perdido la vida en un desgraciado accidente.

La familia de Aurelio se ha desplazado a Ibiza desde Alicante tras conocer la noticia y reclaman que el causante de la muerte de su familiar no quede libre con el pago de la fianza. «No queremos que esté en la calle. Queremos que pague. No ha sido un accidente de tráfico, mi padre venía caminando y le arrollaron por detrás», explica, al borde de las lágrimas, Amyda, su hija mayor, minutos antes de desplazarse al tanatorio para ver el cuerpo de su padre.

Familia

«Ha dejado a mucha familia detrás, dos hijos, dos nietos de doce y trece años. La pequeña pregunta que qué le van a hacer en el cielo al abuelo. Vino a pasar unos días y no estuvo ni doce horas. Se lo han cargado. Vino aquí muy contento y feliz de poder disfrutar de unos días de vacaciones. No hay derecho a que la persona que ha hecho esto esté en la calle», asegura Yolanda, la esposa de Aurelio, rota por el dolor.

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Byron, el otro de los hijos, insiste también en esa necesidad de justicia. Asegura que van a luchar para que esta se cumpla y que van a rendirle un pequeño homenaje durante la mañana de hoy con flores y unas emotivas palabras en el lugar en el que perdió la vida.

La familia se hospeda en el mismo hotel en el que lo hizo Aurelio la única noche que pasó en Ibiza. Durante la tarde han acudido al tanatorio para hacer el pertinente reconocimiento del cadáver. Antes de ello, muestran algunas de las pertenencias de Aurelio, como una cartera, completamente destrozada por culpa del impacto que acabó con su vida.

La gran preocupación de la familia en estos momentos es que el causante de los hechos «pueda seguir en la calle, que siga bebiendo, cuando mi marido está en un tanatorio», lamenta Yolanda. Además, temen una posible fuga del conductor aunque la jueza le haya prohibido salir del país.

El yerno de Aurelio, Nelson, el último de la familia en verlo con vida, puesto que fue él quien lo llevó en coche desde Torrevieja hasta Dènia para coger el barco, también comparte el mensaje familiar de reclamar justicia por la muerte de Aurelio.