En torno a las dos de la madrugada comenzaban las llamas en Platja d’en Bossa el pasado martes. Un fuego que terminaría convirtiéndose en un gran incendio cuyas llamas terminarían por devorar tres locales de la zona: el restaurante s’Espardell y Sa Sal, además de un club social. Precisamente el propietario de uno de estos comercios comunicaba a través de sus redes sociales que este incendio había sido intencionado.
El incendio afectó también al bloque de viviendas que se encuentran en la parte superior a estos locales. En total, 60 apartamentos fueron desalojados de urgencia con motivo de las llamas. Sin embargo, y dentro de la gravedad y lo aparatoso de las llamas, no hubo que lamentar víctimas mortales. En ello jugó un muy importante papel la rápida intervención del cuerpo de Bomberos en ese proceso de desalojo.
Sobre la zona, en la parte de los comercios, a nivel de playa, la imagen que queda a día de hoy es de completa devastación. Las llamas calcinaron por completo tanto los establecimientos del lugar como la zona de las dunas que se sitúan justo enfrente. El olor a humo y quemazón sigue en la zona de manera casi inconfundible.
En cuanto a las viviendas, las fachadas de los pisos inferiores también ofrecen la triste imagen que deja el rastro del incendio. Con tan solo pasar por delante de esos bloques se puede ver a la gente, trabajando en tareas de limpieza en sus viviendas, ataviados con mascarillas, para protegerse de los olores.
El origen
Han sido las cámaras de seguridad de uno de los locales las que habrían descubierto que dicho incendio fue a intencionado. Actualmente se trata de una investigación en curso por parte de la Guardia Civil, por lo cual no es posible acceder a cierta información sobre quien ha sido el responsable de los hechos hasta que esta concluya. Para Alberto, propietario de Sa Sal, este incendio ha sido «devastador» a nivel personal. El restaurante llevaba en marcha tan solo un año, el cual había sido levantado «con mucho esfuerzo y sacrificio». Los comienzos no fueron fáciles para él. Como tantas otras veces, los inicios son la parte más complicada y, en esta segunda temporada, todo apuntaba marchar mejor, tal y como explica un amigo cercano suyo. Sin embargo, de la noche a la madrugada todo se truncaba.
Alberto, este jueves por la tarde, en el interior de Sa Sal tras el incendio. Foto: Jésica López.
«Hemos perdido algo que levantamos con mucho esfuerzo y sacrificio. De un momento a otro nos hemos quedado sin un negocio que para nosotros significaba mucho», explica Alberto Yagüe, propietario de Sa Sal, muy consternado por la situación que las llamas han provocado en su negocio y, por ende, en su vida.
En la publicación que ha remitido en redes sociales, ha querido trasladar su «profunda consternación y tristeza por este acto vandálico, que no solo ha afectado gravemente nuestras instalaciones, sino también a todo un equipo humano que ha trabajado con dedicación, profesionalidad y cariño».
Alberto hace hincapié en que son una familia trabajadora «que había invertido los ahorros de toda una vida para montar el negocio».
Vecinos
Alberto ha mostrado también su disconformidad por la injusticia de ciertos comentarios que se han hecho a raíz del incendio. «Dicen que lo hemos hecho alguno de nosotros para cobrar el seguro. Lo que nos da el seguro no cubre ni mínimamente todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás de todo esto».
Alguno de los vecinos de la zona todavía se quedan desalentados al ver los efectos del incendio en la zona. Uno de ellos, Pepe, miraba apenado el interior de los restaurantes completamente destrozado por las llamas. Él no era consciente de la intencionalidad del incendio pero asegura que «la zona no estaba lo suficientemente cuidada. Aquí a la altura de la playa ha sido un punto de venta de droga durante años y nunca se ha hecho nada para evitarlo».
Nadie va incendiando restaurantes porque si o porque no ha quedado satisfecho por como le han servido el bistec.
Aquí hay dos posibilidades:
1) provocado para cobrar el seguro porque tenían problemas financieros serios etc
2) provocado por una tercera persona por venganza o rencillas que tuvieran tener. En este caso los propietarios muy posiblemente saben quién fue quien provocó el incendio y porque.
En cuanto a lo que dice que el primer año fue muy duro, no es muy creíble. Eso es Playa den Bossa y cualquier local está prácticamente lleno los seis meses de temporada, y más estos restaurantes que estaban en las zonas de más afluencia. Son negocios que literalmente son máquinas de hacer dinero. No es creíble que diga que "los comienzos no fueron fáciles"
En todo caso lo mejor es no precipitarse y esperar a que concluyan las investigaciones.
10 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
UnaltrepagèsPero si dice que esta era la segunda temporada, en la misma notícia.
Lo invertido hace años q estaba recuperado. Menudos fantasmas a pie d playa cerca d un hotel d pasta y largo etc aneu a cagar.
JoanEs evidente que eras tu, ibas en la cola del último espermatozoide y fecundó al óvulo desechado. La naturaleza no miente.
JoanEl artista anteriormente conocido como Arriba España o Nick Son ataca de nuevo.
JoanCasa vez que escribes, sube el pan.
JoanO 3, gente que se pone hasta las trancas y decide hacer alguna locurilla.
Joan'es mejor no precipitarse', entonces a qué han venido tus primeras líneas? Deberías alistarte a la policía si tan claro lo tienes.
JoanCuanta Epatía Joan, un poco de Respeto.
JoanSi no me equivoco, s'espardell abrió justo antes del COVID. Se debe referir a eso.
Nadie va incendiando restaurantes porque si o porque no ha quedado satisfecho por como le han servido el bistec. Aquí hay dos posibilidades: 1) provocado para cobrar el seguro porque tenían problemas financieros serios etc 2) provocado por una tercera persona por venganza o rencillas que tuvieran tener. En este caso los propietarios muy posiblemente saben quién fue quien provocó el incendio y porque. En cuanto a lo que dice que el primer año fue muy duro, no es muy creíble. Eso es Playa den Bossa y cualquier local está prácticamente lleno los seis meses de temporada, y más estos restaurantes que estaban en las zonas de más afluencia. Son negocios que literalmente son máquinas de hacer dinero. No es creíble que diga que "los comienzos no fueron fáciles" En todo caso lo mejor es no precipitarse y esperar a que concluyan las investigaciones.