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Turismo en Ibiza: crecen las reservas, pero se consolidan las estancias cortas

A pesar de aumentar las cifras de 2024, se mantienen los alojamientos de corta duración

Algunos turistas pidiendo información | Foto: Arguiñe Escandón

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Ibiza sigue figurando entre los destinos vacacionales más populares de Europa. Las playas, la vida nocturna y su oferta cultural y gastronómica continúan atrayendo a miles de turistas cada semana. Sin embargo, la temporada 2025 está confirmando una tendencia que ya se vislumbraba desde el año pasado: las estancias en la isla se están acortando de forma notable, y el flujo turístico se concentra principalmente los fines de semana.

En este sentido, según agentes turísticos, el comportamiento de los visitantes ha ido cambiando porque, en lugar de las tradicionales vacaciones de una semana o más, lo habitual es reservar de dos a cuatro noches, siendo cada vez más frecuente incluso la reserva de una sola noche. Esta transformación responde, según dichas fuentes, a un factor clave: los precios del alojamiento en la isla. Los establecimientos hoteleros confirman que, aunque la ocupación media supera a la del año anterior, el perfil del turista ha cambiado totalmente.

En zonas como Figueretes y Platja d’en Bossa, hoteles como el Mim Ibiza & Spa registran un lleno total, pero con estancias mucho más cortas. El hotel, con 53 habitaciones, abrió a mediados de abril y mantendrá su actividad hasta finales de octubre. A día de hoy, sus responsables aseguran que no hay habitaciones disponibles y que ya tienen buena parte de julio y agosto reservado. Sin embargo, remarcan que «las estancias se han reducido mucho» y que, en muchos casos, «se trata de personas que vienen a pasar una noche para asistir a una fiesta o evento concreto».

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Las reservas largas, de una semana o más, son ya la excepción. Cada habitación, que suele acoger un máximo de tres personas, recibe sobre todo a parejas y grupos pequeños. «Las reservas de tres noches son ahora la mayoría, y de ahí para abajo. Las de siete noches son muy pocas», apuntan. En esta misma línea se mostró el jefe de recepción de un hotel cercano, quien destacó que la gente organiza escapadas más breves, probablemente por el alto coste que supone alojarse durante más días. En el sector de la restauración, el impacto de este nuevo modelo turístico también se hace notar, aunque los efectos son más diversos. En el restaurante Prince, por ejemplo, la temporada está siendo, hasta el momento, positiva. Su encargado, Daniel, señala un incremento del 15 % en la clientela con respecto a 2024, gracias, en parte, a una estrategia basada en la mejora del servicio y la inversión en publicidad.

«Hemos alargado el horario; abrimos desde las siete de la tarde hasta las dos de la madrugada. También queremos potenciar nuestra visibilidad online, usando Google Maps para facilitar las reservas. Todo eso ha contribuido a que este año estemos mejor», afirma. El restaurante combina clientela local con turistas. Según Daniel, los fines de semana tienen una clientela muy fiel: «Viernes, sábado y domingo casi siempre viene la misma gente. Muchos son residentes, pero también hay mucho turista que repite». En su opinión, aunque el aumento de la oferta afecta a muchos negocios, la clave está en ofrecer algo nuevo y diferenciado. «Hay más de 1.200 restaurantes en la isla. Tienes que ofrecer siempre algo novedoso», asegura. En la zona de Figueretes, el restaurante Oli y los Apartamentos Llobet, que cuentan con dos hoteles, reflejan claramente esta nueva realidad turística. Su encargado, César, explica que abril fue un mes positivo porque muchos negocios aún estaban cerrados, lo que les permitió captar más clientes. Sin embargo, mayo presentó una bajada, y en junio la actividad se recuperó con fuerza. «Tenemos muchos grupos de turistas, sobre todo franceses e italianos. Desde junio hasta octubre no esperamos parar, pero la ocupación hotelera es irregular. De jueves a domingo estamos prácticamente al cien por cien, pero lunes, martes y miércoles bajamos al 40 % en algunos casos. Los turistas prefieren venir solo unos días. Las estancias de una semana o más son cada vez menos frecuentes», subraya César, en relación a la ocupación en los Apartamentos Llobet. Hay que señalar que no todos los negocios están experimentando mejoras. En el restaurante 666, situado en el hotel Ryans Lola’s, aseguran que esta temporada está siendo algo más floja que la anterior. Aunque no cuentan con datos exactos para comparar, los responsables reconocen que «la clientela ha bajado un poco».

En cuanto al hotel, actualmente mantiene una ocupación del 89 %, con previsiones que apuntan a un 85 % para los próximos días. Para julio y agosto, esperan alcanzar una media del 95 %, con reservas ya confirmadas hasta octubre. Sin embargo, las estancias siguen siendo cortas. «La mayoría son de dos o tres noches. Alguna reserva de cinco o seis noches hay, pero no es lo común», afirman.
Según agentes turísticos, la evolución del turismo en Ibiza parece avanzar hacia un modelo más flexible donde el alto precio del alojamiento sigue siendo un factor determinante. «La demanda turística se mantiene sólida y la isla no ha perdido atractivo, pero la duración de las estancias es ahora una variable sensible», concluyeron.