Tres días decisivos para 229 jóvenes que se presentan a la selectividad extraordinaria

A las 8.30 horas los jóvenes entraban en las aulas para encarar su primer examen: Lengua Castellana y Literatura II. Alrededor de las 10.30 horas comenzaban a salir los primeros. Con los apuntes en las manos, algunos repasaban para Historia de España mientras otros esperaban a sus amigos en la recepción comentando el examen. «Pensaba que iba a suspender y me ha salido mejor de lo que esperaba», decía Alba Torres, que quiere estudiar Educación Primaria, aunque su camino ha cambiado en las últimas semanas: «Tenía que hacer unas pruebas para entrar a esta carrera y las he suspendido, así que vengo a extraordinaria pero ya sé que tengo menos posibilidades. Haré una FP de Educación Infantil y ya luego haré el grado». Confesaba que llegó «muy relajada» porque no había estudiado nada y ya tenía claro su plan B.

Inés, del colegio Sa Real, salía con buena sensación, aunque reconocía que la parte de literatura no la había hecho. «Lo demás, bastante bien», confesaba. Quiere estudiar un doble grado de Magisterio Infantil y Primaria y asegura que la nota de corte es baja: «Con un cinco me da. Venía con nervios, pero los exámenes me salen dependiendo de si me bloqueo o no. Además, este año ya no es modelo COVID, antes podías elegir casi todas las preguntas y era más fácil. Ahora no, hay preguntas obligatorias y puedes elegir con suerte una o dos». Sobre sus planes para verano, lo tiene claro: «Sacarme el carnet de coche e ir a todas las playas que pueda. Ha sido un curso duro, necesito descansar».

Maya explicaba que llevaba «un mes estudiando» y se había organizado bien con apuntes encuadernados: «El examen no ha sido difícil, espero que me dé la nota aunque está alta este año para lo que quiero estudiar».

Eloy, por su parte, quiere estudiar Fisioterapia en Madrid. «Lengua parecía más difícil de lo que era, pero me había preparado bien, con apuntes de la ordinaria y vídeos de internet. Hoy tengo Historia de España y Geografía también», explicaba.

En general, todos salían calmados. Han podido mirar los modelos de la selectividad ordinaria y eso les ha dado seguridad. Por los pasillos se oían murmullos de repaso y dudas de última hora. Algunos estudiantes, con abanicos y botellas de agua en mano, agradecían el aire fresco dentro de las aulas mientras fuera el calor empezaba a apretar. En apenas dos días comenzará su verano, con la sensación de haber superado, por fin, el último escollo del curso.